Page 202 - Aprendizajes y Legados del Trabajo en el Campo
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Clúster Integral Ciudadano Joven / Baixada Maranhense, Estado de Maranhão
                           Maranhão es el estado con mayor pobreza de Brasil. La Baixada Maranhense (llanuras de
                        Maranhão), se encuentra al oeste de la ciudad capital de São Luis, al otro lado del canal de
                        São Marcos. Aunque la región es rica en recursos naturales, su economía en declive se basa
                        por completo en la agricultura de subsistencia. El área seleccionada para el CC abarcaba 11
                        municipios y una población de 260,000 habitantes, de los cuales el 60% era rural. La tasa de
                        analfabetismo del 28% no difiere mucho del promedio del 24% del noreste de Brasil. Los
                        empleos urbanos en los municipios se limitaban a los servicios públicos y a pequeños comercios
                        de barrio.
                           Entre 2003 y 2009, el Instituto Formação, una ONG con sede en São Luis, y la administración
                        municipal de Palmeirândia recibieron una serie de ocho donativos para desarrollar el CC
                        “Ciudadano Joven” en la Baixada. Sus esfuerzos iniciales para estructurar una alianza local
                        se basaron en el Portal de Educación, un foro permanente de 11 directores municipales de
                        educación comprometidos con la mejora de la calidad de la educación, formado en 2003. El
                        “Porta” se convirtió rápidamente en un pilar de futuros esfuerzos para construir alianzas
                        interinstitucionales en la microrregión. Entre 2004 y 2005 se establecieron foros juveniles en cada
                        uno de los 11 municipios, que reunieron a más de 250 grupos de jóvenes. Los foros fueron un
                        potente motor de movilización y participación de la juventud y, con el tiempo, se convirtieron en
                        un importante canal de diálogo entre los jóvenes y las administraciones locales. La interacción
                        de diversos actores sociales (administraciones municipales, organizaciones juveniles, ONG
                        y agencias federales de desarrollo que trabajan en la zona), fortaleció la alianza y permitió
                        incrementar el capital social, productivo y humano de la región.
                           La educación fue parte de los cimientos de su éxito. Con la creación de un Centro de
                        Educación Media y Profesional (CEMP) en cada municipio, cientos de jóvenes recibieron
                        formación laboral en varios campos importantes para la microrregión. Por ejemplo, más de
                        300 técnicos recibieron una formación en agroecología. Una vez concluidos los cursos, muchos
                        jóvenes estaban deseosos de crear sus propias microempresas, por lo que se creó una incubadora
                        de empresas y un fondo de arranque para emprendimientos pequeños. Se incubaron más de
                        100 proyectos, lo que cambió la perspectiva que muchos jóvenes tenían sobre las posibilidades
                        de ganarse la vida en su país. La agroecología se convirtió en una tendencia en la zona y atrajo
                        a muchos microempresarios cuyos productos satisfacen ahora todas las necesidades locales de
                        hortalizas frescas. Otros grupos iniciaron negocios de mango, ya sea en la colecta, tratamiento
                        y empaque de frutas frescas de árboles nativos, o en la preparación de conservas para su
                        exportación a la ciudad capital.
                           La promoción de la inclusión digital fue otra estrategia clave. Se estableció un telecentro
                        en cada municipio, donde, por una módica suma de dinero, los jóvenes podían acceder a
                        Internet y adquirir conocimientos informáticos. Esto suponía tanto la adquisición de las
                        competencias necesarias para utilizar la tecnología de la información, como el enriquecimiento
                        de su educación a través del acceso a Internet. Entre 2000 y 2010, el índice de inclusión digital
                        en la microrregión creció de 0.5% a 19%. Asimismo, el CC ayudó a crear una estación de radio
                        comunitaria y produjo videos culturales, publicaciones y eventos culturales para aumentar la
                        autoestima de las comunidades.
                           Los altos niveles de movilización y emprendimiento que el programa desencadenó atrajeron
                        el interés a nivel local y más allá. En 2006, 56 organizaciones locales públicas y privadas
                        (incluyendo asociaciones juveniles, grupos de agricultores y sindicatos), formaron la Agencia
                        para el Desarrollo Sostenible (ADS), un foro permanente para proponer orientaciones y planes
                        para el desarrollo de la microrregión. La ADS fue un instrumento para consolidar una visión
                        común del desarrollo local. Los programas de formación para líderes juveniles, miembros
                        del consejo municipal y otros líderes locales ayudaron a aumentar la calidad y eficacia de las
                        decisiones tomadas en conjunto. Con la visita a otras partes de Brasil donde se han llevado a
                        cabo experiencias exitosas de desarrollo local, se ha logrado motivar y ampliar la visión de los




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