Page 105 - Aprendizajes y Legados del Trabajo en el Campo
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habilidades concretas y para compartir ideas con colegas que abordan en su trabajo temas
similares en diversas regiones y países. Es importante recalcar el efecto de estas oportunidades
en el desarrollo personal y profesional de personas que, de otro modo, no habrían tenido la
oportunidad de cambiar su entorno inmediato. Muchos han llevado a sus organizaciones a
niveles mucho más altos de influencia e impacto geográfico y político. Algunos han asumido
puestos de liderazgo en grandes instituciones o en la política local o nacional: La presidenta de
la APAEB fue electa presidenta municipal de Valente, Brasil; la directora de Plan Sierra fue la
primera mujer en convertirse en presidenta de la Universidad Madre y Maestría de Santiago,
República Dominicana, en 2014; la gerente de proyectos de RioSul, en Brasil fue seleccionada
por el presidente Lula como directora del programa PRONAF y luego viceministra de desarrollo
rural, y actualmente funge como la representante de de la FAO para la Seguridad Alimentaria en
América Latina y el Caribe. Otros encabezan importantes movimientos sociales y políticos como
Sin Maíz no Hay País y la Red en Defensa del Maíz, que están obteniendo avances importantes
en la protección de la producción y el consumo de maíz no transgénico en México. Por supuesto,
muchos de estos individuos probablemente tendrían logros significativos incluso sin el apoyo de
la Fundación para sus organizaciones. Sin embargo, en muchos de los testimonios recopilados
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para el 75 aniversario de la Fundación en 2005, y en nuestras propias entrevistas realizadas en
2013-2014, estos líderes reconocen la contribución de la WKKF en sus trayectorias individuales.
A pesar de estos efectos positivos, por supuesto surgieron también
dificultades y fracasos. Como en cualquier esfuerzo filantrópico, la
Fundación participa en una especie de capitalismo de riesgo que En la esfera del cambio
identifica e invierte en ideas innovadoras e individuos con potencial social, el fracaso es
emprendedor. Esto implica asumir riesgos con conocimiento de que
algunos proyectos fracasarán a pesar de los mejores esfuerzos para reconocido como una
seleccionar y apoyar a los beneficiarios de las donaciones. El fracaso, al parte importante y
igual que el éxito, tomó muchas formas en América Latina y el Caribe.
Algunas organizaciones beneficiarias, como ciertas universidades positiva del proceso de
que acogen proyectos de DRI y UNIR, demostraron ser incapaces de experimentación, siempre
generar e institucionalizar cambios en su cultura organizacional y
sus formas de trabajo. Algunas organizaciones no lograron inspirar y cuando la organización
cambios en las comunidades en las que trabajaban (por ejemplo, la aprenda de él.
adopción de nuevas prácticas y tecnologías por parte de los agricultores
o el desarrollo de organizaciones comunitarias autodeterminadas).
Algunos resultaron incapaces de sostenerse financieramente a largo plazo (como las ONG que no
lograron asegurar una base de recursos sostenible). Tales fracasos pueden haber tenido una serie
de causas: mal juicio por parte del personal de la Fundación; factores externos imprevisibles que
escapan al control tanto de la Fundación como del beneficiario, por ejemplo, desastres naturales,
inestabilidad política o crisis macroeconómica; y una resistencia inquebrantable al cambio por
parte de los altos directivos y líderes políticos.
Es posible que algunos desafíos hayan ilustrado las deficiencias de la teoría que subyace a
las estrategias del programa. Un elemento de la estrategia que se debatió constantemente fue la
elección de las organizaciones beneficiarias. Dados sus estrechos vínculos con las organizaciones
comunitarias rurales, las ONG se convirtieron en un vehículo cada vez más popular para la
financiación de proyectos de agricultura y desarrollo rural. No obstante, la teoría que sustentaba
la financiación de los proyectos, es decir, que las ideas se probaban y refinaban, se difundían y
se incorporaban en las políticas y los programas públicos, a menudo fracasaba en el caso de las
ONG que carecían de los conocimientos o influencia política o, a veces, del apetito necesario para
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influir en los responsables de la formulación de políticas. Un entrevistado sugirió que, dado el
"profundo respeto" que inspiraba "al más alto nivel", la Fundación Kellogg tenía la oportunidad
de lograr un mayor impacto al utilizar su influencia para dar forma a los programas de las
instituciones más grandes, oportunidad que desaprovechó debido a su creciente inclinación a
trabajar con las ONG que se enfocan únicamente en agricultura y desarrollo rural.
93 Ver sitio web del 75 aniversario.
94 Entrevista con Jacqueline Ashby.
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