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Capítulo 4 – Los Jóvenes y la Educación: Creación
de Oportunidades Equitativas para el Aprendizaje
y la Prosperidad de Todos
Resumen
mediados de la década de 1980, la WKKF renovó su énfasis en la juventud y la educación
en América Latina y el Caribe por tres razones principales. En primer lugar, la población
Ade jóvenes menores de 24 años se duplicó entre 1960 y 1980, aumentó de 39 millones a 73
millones (y se esperaba que alcanzara los 130 millones en el año 2000). En segundo lugar, por fin se
reconoció a los jóvenes como un grupo social que requería de un enfoque específico por edad. En tercer
lugar, los jóvenes adquirieron una nueva postura jurídica cuando las Naciones Unidas y los gobiernos
federales reconocieron sus derechos a la salud y la educación. La WKKF se mostró dispuesta a financiar
proyectos modelo que ofrecieran soluciones, siempre que ayudaran a todos los niños a prosperar: niños,
niñas, niños vulnerables y sin educación, y niños indígenas. Fue el momento oportuno para que la
educación abarcara el desarrollo de la juventud con un enfoque integral que incluyera el aprendizaje
informal en el hogar o en la comunidad.
Introducción
El Sr. Kellogg creía que "la educación ofrece la mejor oportunidad para que cada generación
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sea superior a la anterior", y se preocupaba profundamente por la educación, la salud y el
bienestar de los niños y jóvenes. Antes o poco después de establecer la Fundación Kellogg, apoyó
a la Escuela Ann J. Kellogg, a la Escuela Agrícola Gull Lake y a un centro juvenil que ofrecía
actividades recreativas para los jóvenes de las zonas rurales con acceso limitado a actividades
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educativas. A lo largo de su historia, la Fundación Kellogg ha mantenido el interés de su
fundador por la educación, el desarrollo y el bienestar de los jóvenes, a pesar de las diferencias
en los niveles de atención y a través de diferentes tipos de estrategias y programas. Desde la
década de 1950 hasta mediados de la década de 1980, se enfocó principalmente en la educación
superior y continua, tanto en Estados Unidos como en América Latina y el Caribe. Las inversiones
para mejorar la escolaridad formal y promover oportunidades para el desarrollo de la juventud
resurgieron tanto en los Estados Unidos como en América Latina y el Caribe a mediados de la
década de 1980. La juventud se definió por primera vez como un objetivo en los programas de
América Latina y el Caribe en 1984. La educación no se consideró como un objetivo propiamente
hasta 1994, ya que se había considerado parte integral del objetivo de la juventud hasta ese
momento.
La nueva atención a la juventud y la educación en la región de América Latina y el Caribe a
partir de mediados de la década de 1980 se debió a tres acontecimientos. Primero, el número de
jóvenes menores de 24 años en la región aumentó casi al doble entre 1960 y 1980, incrementándose
de 39 millones a 73 millones. Las proyecciones indicaron un crecimiento continuo de hasta 130
millones de personas (25% de la población) para el año 2000, debido a los niveles sostenidos de
fecundidad combinados con la disminución de los niveles de mortalidad infantil y en la niñez.
Segundo, se reconoce cada vez más a los jóvenes como un grupo social importante por derecho
propio, que requiere programas y políticas de desarrollo específicos que aborden cuestiones por
edades. La Asamblea General de la ONU destacó los desafíos a los que se enfrentan los jóvenes al
declarar 1985 como el primer Año Internacional de la Juventud. A principios de la década de 1990,
muchos países de América Latina y el Caribe aprobaron leyes que reconocen los derechos
96 "Invertiré mi dinero en la gente". Fundación W.K. Kellogg. Semblanza biográfica del fundador de la Kellogg
Company y de la Fundación W.K. Kellogg. 1998.
97 Helen Grace, Un resumen cronológico de la programación. Fundación W.K. Kellogg 1930-1994.
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