Page 135 - Aprendizajes y Legados del Trabajo en el Campo
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participantes. Incluyó una visita a la ASETECO para observar y debatir el enfoque del
                   programa de capacitación.
                   Conclusión

                       En cierta forma, los programas de Juventud y Educación de la Fundación Kellogg
                   fueron los menos privilegiados de los cuatro programas temáticos (Salud, Agricultura y
                   Sistemas Alimentarios, Juventud y Educación, y Filantropía y Voluntariado) implementados
                   por la Fundación desde mediados de la década de 1980 hasta 1999. La financiación de
                   los proyectos solo abarcó un periodo de 10 años, desde 1989 hasta que se inició el nuevo
                   programa de Juventud y Desarrollo en 2000 (aunque algunos proyectos de educación
                   recibieron financiación continua hasta 2008). Se brindó menos apoyo a los proyectos en lo
                   que respecta al fomento de la capacidad, el establecimiento de redes, las oportunidades
                   educativas para los beneficiarios y el apoyo a la creación y difusión de conocimientos.
                   Con excepción de un periodo de dos años entre 1996 y 1998, en el que un director del
                   programa con experiencia en educación ocupó el cargo, fue el personal sin conocimientos
                   especializados el que dirigió la cartera de proyectos. Salvo la ICA, la mayoría de los
                   grupos de proyectos se gestionaron de manera flexible y carecían del apoyo adicional que
                   necesitaban para trabajar colectivamente a favor de objetivos comunes y servir de base para
                   un cambio más amplio de las políticas y los sistemas.
                       A pesar de estas condiciones, este capítulo da testimonio de los muchos e importantes
                   logros de los proyectos financiados por la Fundación en los ámbitos de la educación y
                   el desarrollo de la juventud. Quizás lo más notable de los proyectos educativos fue la
                   capacidad de muchos de los beneficiarios para evaluar y afinar modelos innovadores
                   de programas de educación formal y no formal que posteriormente el Estado adoptó y
                   financió. Estos modelos ofrecieron soluciones creativas a los problemas de acceso y calidad
                   de los sistemas educativos, y su asimilación por parte de los gobiernos locales y nacionales
                   aseguró un mayor alcance y sostenibilidad con el paso del tiempo. No cabe duda de que
                   estos proyectos contribuyeron a mejorar los resultados de aprendizaje y las vidas de cientos
                   de miles de niños que, por primera vez, tuvieron acceso a una educación significativa o, en



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