Page 147 - Aprendizajes y Legados del Trabajo en el Campo
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psicólogos, médicos y abogados. En 1997, el Instituto de Acción Cultural (IDAC) utilizó el
financiamiento de la WKKF para promocionar su proyecto modelo del Banco de Horas, que
organizaba servicios de salud mental voluntarios para portadores del VIH/SIDA en la ciudad
de Río de Janeiro. El proyecto recibió una amplia difusión mediática y de especialistas a través
de programas de radio y televisión nacionales e internacionales, así como de presentaciones
y conferencias. Al finalizar el periodo de dos años del proyecto, éste había recibido visitas del
Banco Interamericano de Desarrollo y del Cuerpo de Paz, y estaba asesorando al programa
de Voluntarios Comunitarios Solidarios del gobierno federal. El modelo fue adaptado
por organizaciones en Río de Janeiro, Recife, Salvador, Sao Paulo y Londrina. Una de esas
organizaciones, Médicos Sin Fronteras (MSF en Brasil) desarrolló un programa llamado Médicos
Solidarios basado en el modelo del Banco de Horas. MSF movilizó a médicos para donar varias
horas semanales con el fin de proporcionar servicios de salud a las poblaciones marginadas
sin acceso habitual a los mismos, principalmente a las personas sin hogar y a las que viven
en las favelas en el municipio de Río de Janeiro. Tras una cierta resistencia de los médicos y
de los beneficiarios, el programa pudo vincular con éxito a los profesionales de la salud con
las instituciones receptoras, incluidas las asociaciones de residentes y las ONG. El programa
también ayudó a transformar la percepción y la comprensión de la pobreza entre algunos de los
profesionales de la salud voluntarios.
Programas Educativos para Mejorar el Liderazgo y la Administración de las
Organizaciones del Tercer Sector
El segundo gran impulso en los programas de FyV fue el apoyo a los proyectos educativos
destinados a profesionalizar a los recursos humanos en el tercer sector. Con la explosión de las
organizaciones del tercer sector en la región de América Latina y el Caribe, aumentó el nivel de
sensibilización sobre la falta de habilidades para hacer frente a los desafíos específicos de los
proyectos de cambio social y de las organizaciones sin fines de lucro, y la ausencia de programas
educativos para enseñar dichas habilidades. Los gerentes y el personal de las organizaciones sin
fines de lucro deben ser capaces de construir y desarrollar nuevas organizaciones; asegurar su
sostenibilidad financiera a través del desarrollo de fondos y técnicas de marketing social; diseñar,
gestionar y evaluar proyectos de cambio social; y administrar las relaciones intersectoriales. Para
ayudar a desarrollar esas habilidades, la WKKF buscó apoyar las oportunidades de desarrollo
para los profesionales mediante el financiamiento de programas formales e informales, existentes
y por crearse, impartidos o no por instituciones de educación superior.
La primera categoría de proyectos (formales) fue pionera en el establecimiento de la
administración del tercer sector como un nuevo campo académico en la región de América
Latina y el Caribe. A través de programas académicos formales y otros programas de educación
continua personalizados, se buscó establecer la capacidad de enseñanza e investigación en
las instituciones de educación superior relacionadas fuertemente con las necesidades de los
líderes y gerentes del sector sin fines de lucro. Las primeras donaciones se hicieron a la Escuela
de Negocios de la Fundación Getulio Vargas (FGV) en Brasil en 1994, y a un consorcio de la
Universidad Torcuato di Tella, la Universidad de San Andrés y el Centro de Estudios de Estado
y Sociedad (CEDES) en Argentina en 1996. La Escuela de Negocios de la FGV había establecido
el primer Centro de Estudios del Tercer Sector (CETS) en la región de América Latina y el
Caribe. Con el financiamiento de la WKKF, el CETS estableció cursos de educación continua
para gerentes del tercer sector e incorporó la administración del tercer sector en los planes de
estudios ya existentes de los cursos de Licenciatura y posgrado de administración pública y de
negocios. El centro formó a más de 500 gerentes en sus primeros cinco años, y la demanda fue
tan alta que las solicitudes fueron más de tres veces la capacidad de inscripción. El consorcio
Di Tella estableció un programa de Maestría en desarrollo social y sociedad civil, el primero de
su tipo en la región de América Latina y el Caribe, y un programa de certificado universitario
para profesionales. En ambos casos, las donaciones permitieron que el personal docente fuera
capacitado en Estados Unidos en varias instituciones que ofrecían formación en administración
de organizaciones sin fines de lucro. Gracias a otra donación otorgada al CEDES en 1998, se
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