Page 162 - Aprendizajes y Legados del Trabajo en el Campo
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• La adopción de un lenguaje y conceptos modernos y culturalmente apropiados para
                             describir el sector, con nociones de responsabilidad social, inversión social y ciudadanía
                             participativa que sustituyen a los conceptos de caridad y filantropía paternalista, con
                             una carga negativamente acusada de benévola. Más que un mero cambio semántico, el
                             reporte planteaba que el nuevo lenguaje sustentaba un cambio ideológico fundamental
                             hacia la consolidación de prácticas más democráticas y una percepción pública más
                             positiva del papel de las organizaciones del tercer sector.
                           • La profesionalización de los recursos humanos y la adopción de prácticas organizativas
                             más transparentes y responsables, que se tradujeron en una mejora de la percepción de
                             la legitimidad de las organizaciones del tercer sector por parte de
                             otros sectores, superando los prejuicios arraigados entre los sectores perpetuados desde
                             hace mucho tiempo por los conflictos internos y por los regímenes autoritarios.
                           • La disponibilidad de asistencia técnica dentro del sector por parte de nuevos organismos
                             especializados y a través de la cooperación intersectorial, lo que indica un grado
                             avanzado de madurez en la base de recursos humanos y conocimientos del sector.
                           • Más financiamiento estratégico e innovador e inversión social por parte de los
                             donantes existentes y nuevos programas de responsabilidad social creados en el sector
                             empresarial.
                           • Una mayor cooperación intersectorial, una reevaluación de la ventaja competitiva de
                             cada sector y la aparición de asociaciones innovadoras entre las organizaciones del tercer
                             sector y los sectores público y privado, con enfoques novedosos para el desarrollo social
                             y la prestación de servicios.
                           • No hubo más evaluaciones de los programas de FyV o CyRS, pero los logros de los
                             proyectos reportados en este capítulo, cuyo financiamiento continuó después del año
                             2000, y la información generada en otros estudios como los estudios comparativos
                             internacionales de la JHU, confirman que el tercer sector ha continuado creciendo en
                             tamaño y madurez.

                           ¿Hasta qué punto las intervenciones de la Fundación entre 1992 y 2008 contribuyeron
                       al crecimiento y maduración del tercer sector en la región de América Latina y el Caribe? Es
                       extremadamente difícil separar los efectos de las acciones de la Fundación de los de otros
                       agentes, incluidos los donantes internacionales y locales, las organizaciones del tercer sector,
                       los individuos y las comunidades, todos los cuales desempeñaron un papel, del mismo modo
                       que es imposible saber qué habría ocurrido sin la presencia de la Fundación en la región. La
                       evaluación de 2000 concluyó que la WKKF estaba "a la vanguardia" del desarrollo del tercer
                       sector debido a la visión y el liderazgo proporcionados por el personal de la Fundación y
                       a la colocación de fondos entre líderes prometedores e iniciativas innovadoras. Y señaló
                       que la Fundación era, en ese momento, el mayor inversionista en filantropía entre todas las
                       organizaciones privadas internacionales que operaban en América Latina y el Caribe, y el único
                       que invertía en el voluntariado. El equipo de América Latina y el Caribe, en su presentación a
                       El Consejo de Fideicomisarios en el año 2000 indicó que las inversiones realizadas por la WKKF
                       habían “contribuido significativamente a la generación de un nuevo ritmo y estándares para
                       las acciones privadas enfocadas en el bien público”, reconociendo a su vez que “los esfuerzos
                       de la Fundación Kellogg representan solo una pequeña parte de los esfuerzos realizados por la
                       gente en América Latina y el Caribe para construir los conceptos de democracia y ciudadanía,
                       fortalecer a la sociedad civil y alcanzar la justicia social.” En 1999, en un informe anterior, se
                       afirmaba que, según las estimaciones, desde 1991 se habían recibido USD 45 millones por
                       nuevas donaciones en la región como resultado de la financiación y las actividades de la
                       WKKF. 144


                       144   Actualización de la programación y el plan para 2000-2005. América Latina y el Caribe. 15 y 16 de septiembre,
                       1999. La metodología subyacente a esta estimación no se presenta en el informe.




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