Page 166 - Aprendizajes y Legados del Trabajo en el Campo
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El segundo objetivo, igualmente importante, era mejorar la calidad y el impacto de la
                       programación en países y regiones específicos. El objetivo: “el total de los diferentes esfuerzos
                       (proyectos, becas, etc.) debe ser más que la simple suma de cada uno”.  Para ello, la Fundación
                                                                                  151
                       empleó una serie de estrategias interrelacionadas:

                           •  El personal del programa se centró en mejorar su comprensión de las condiciones, ne-
                              cesidades y oportunidades del país, y en diseñar respuestas apropiadas, mediante el
                              asesoramiento de expertos locales y la realización de amplias consultas con los posibles
                              beneficiarios.

                           •  La Fundación buscó activamente propuestas de una mayor variedad de organizaciones;
                              mientras que su trabajo, antes del final de la década de 1980, se había realizado principal-
                              mente con agencias gubernamentales y universidades, desde entonces se asoció cada vez
                              más con beneficiarios no tradicionales, entre ellos ONG y organizaciones comunitarias.
                              La intención era aumentar y democratizar el acceso a los recursos de la Fundación y, al
                              mismo tiempo, dirigirse a las zonas geográficas más desfavorecidas y a los grupos socia-
                              les más vulnerables.

                           •  El personal trató de formar una masa crítica de organizaciones y líderes que trabajaban
                              con fines similares dentro de un país o región. Reunirlos en redes nacionales aumentaría
                              el impacto, tanto al fortalecer los proyectos individuales como a través de la acción colec-
                              tiva de las organizaciones para difundir sus conocimientos y dar a conocer las políticas
                              públicas.
                           •  Se prestó especial atención al aumento del número de líderes de organizaciones y líderes
                              de base popular, capaces de desarrollar ideas innovadoras y movilizar recursos dentro de
                              sus organizaciones y comunidades.

                           Esta cuidadosa y deliberada combinación de estrategias de donaciones y apoyo reflejó el
                       enfoque proactivo que la Fundación comenzó a adoptar a principios de la década de 1990. En
                       este caso, sin embargo, el enfoque se centró en varias áreas del programa en un país o región
                       específicos, en lugar de en un área específica del programa en varios países (como el programa de
                       UNI, orientado hacia la educación de las profesiones de la salud).
                           Tres países/regiones, México, Haití y la Mancomunidad del Caribe, fueron seleccionados
                       para este tipo de apoyo en la década de 1990. El Consejo aprobó una estrategia nacional para
                       México en 1991, inicialmente por un periodo de cinco años. En lugar de una asignación específica
                       o un presupuesto predefinido, el Consejo apoyó la intención de trabajar de manera más proactiva
                       para ampliar y diversificar los programas en México. El Consejo aprobó la Iniciativa de Haití en
                       1995 y la Iniciativa del Caribe en 1996; cada uno tenía una asignación presupuestaria predefinida
                       para un periodo de tres años. También se consideraron otras estrategias nacionales: un informe de
                       1993 sobre el progreso en México mencionó la posibilidad de desarrollar programas específicos en
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                       Bolivia y Guatemala.  Estos no se materializaron, en parte por la inestabilidad política en ambos
                       países, pero en gran medida porque los programas temáticos como UNI, UNIR, Filantropía y
                       Voluntariado y Educación Básica tuvieron prioridad durante la década de 1990.

                       La Programación en México: Una Estrategia Nacional
                           El ímpetu para el desarrollo de una estrategia nacional para México comenzó a tomar forma
                       en 1989, cuando se estableció una oficina en la Ciudad de México y se contrató a un director de
                       programa en México para liderar la labor. Entre junio de 1989 y enero de 1991, la Fundación
                       utilizó un proceso participativo para discutir y definir la forma en que las herramientas de
                       151   Ídem

                       152   Programación de México: Una Estrategia Nacional 1991-95. Actualización del programa. 20-21 de enero de 1993.


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