Page 175 - Aprendizajes y Legados del Trabajo en el Campo
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El informe final de los salesianos a la Fundación en 2002 , indicaba que un promedio de 48 estudiantes
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                     se graduaba cada año, de los cuales el 65% trabajaba en Haití, un logro impresionante en un país con un
                     índice de desempleo tan alto. Casi el 30% de los graduados de la escuela obtuvieron títulos universitarios
                     por medio de becas del ISA en República Dominicana o de Zamorano en Honduras. La granja generaba un
                     ingreso anual promedio de aproximadamente USD 5,000 después de suministrar la cocina de la escuela.
                     La escuela había acumulado un fideicomiso de USD 75,000 y había recibido fondos de la Embajada de
                     Francia, República Dominicana y Estados Unidos, incluida una importante donación de USAID para
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                     dotar de fondos a la granja.
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                         El último informe del director de programa sobre el proyecto en 2001 , expresaba una preocupación
                     constante por la debilidad de los sistemas administrativos y de gestión de la escuela y su sostenibilidad
                     financiera a largo plazo. Pero también se refirió a la escuela como “un pequeño milagro, dado el
                     contexto haitiano”, en el que los esfuerzos de la Fundación habían “dado sus frutos más allá de todas las
                     expectativas”. En 1994 había escrito: “No estamos seguros de que este proyecto vaya a tener éxito a largo
                     plazo. Financiar un proyecto como éste es asumir un riesgo...un riesgo calculado...”.  Fue un riesgo que
                                                                                     168
                     valió la pena. El sacerdote responsable de presentar la propuesta original a la Fundación Kellogg, señaló
                     en una entrevista realizada en 2014 que el Cabo Haitiano está “muy cambiado” debido a la escuela, y
                     que todo el país se ha beneficiado de su existencia, lo que, según él, no habría ocurrido sin el apoyo de la
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                     Fundación Kellogg.

                       La tercera categoría de proyectos dentro de la Iniciativa de Haití fue la de desarrollo del
                   liderazgo. Aquí, la intención era fortalecer el liderazgo en todos los niveles de la sociedad haitiana
                   mediante la construcción de actividades de desarrollo del liderazgo en donaciones y, al mismo
                   tiempo, otorgar donativos específicamente para programas de desarrollo de liderazgo. Uno
                   de ellos se financió con dos donaciones, una en 1997 y otra en 2003. Dirigido por CRESFED, el
                   proyecto impartió formación y apoyo en materia de liderazgo a un grupo diverso de líderes de
                   organizaciones comunitarias, organizaciones de mujeres y ONG, así como a funcionarios electos a
                   nivel local y nacional.
                       En su tercer año, CRESFED había capacitado a 100 líderes de organizaciones comunitarias,
                   133 líderes de grupos de mujeres y 50 mujeres líderes electas. También había preparado a 75
                   facilitadores para que reprodujeran la formación y el apoyo en otros lugares. Un eje central
                   del trabajo de CRESFED fue el desarrollo del liderazgo para la democracia descentralizada
                   y ascendente prevista en la Constitución de 1987, que incluía el liderazgo de las asambleas
                   territoriales que elegían a los funcionarios de todos los niveles de la administración. CRESFED
                   se enfrentó con una firme oposición a las iniciativas de descentralización por parte de los
                   caciques locales, defensores del status quo, y del gobierno nacional. El director de programa de
                   la Fundación en Haití, expresó que fue un milagro que el proyecto siguiera adelante en medio de
                   una oposición tan fuerte. Una evaluación interina del proyecto reveló un “progreso sólido” en
                   un entorno extremadamente difícil. El actual coordinador general de proyectos de CRESFED (un
                   ex becario del programa KILP) informó en una entrevista  que varias de las personas formadas
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                   durante el proyecto financiado por la Fundación siguen ejerciendo importantes funciones de
                   liderazgo en sus comunidades u ocupan en la actualidad puestos políticos en el gobierno local.

                   165   Ecole Agricole Fondation Vincent. Salesianos de Don Bosco, Cabo Haitiano, Haití. Informe Final del Proyecto para
                   la Fundación Kellogg. Enero de 2002.
                   166   Monitoreo del Informe de Progreso Anual P52674, 29 de marzo de 2001.

                   167   Ídem
                   168   Haciendo Avances en Haití. Trabajando con un Beneficiario Potencial en una Región Difícil. Octubre 1994.
                   169   Entrevista con el padre Jacques Charles, 26 de agosto de 2014.
                   170   Entrevista con Tania Pierre-Charles-Castor, 4 de agosto de 2014..


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