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La Iniciativa de la Mancomunidad del Caribe
                           La Iniciativa del Caribe fue diseñada para apoyar el desarrollo de la Mancomunidad del
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                       Caribe: los nueve países ubicados en 12 islas  en el arco nororiental de la cuenca del Caribe,
                       y los países continentales de Belice y Guyana, antiguas colonias británicas que obtuvieron la
                       independencia en las décadas de 1960 y 1970. Como miembros de la Mancomunidad Británica,
                       a estos países se les dio acceso preferencial a los mercados de exportación europeos, además de
                       una migración casi abierta, y recibieron inversiones sustanciales y asistencia económica para
                       servicios básicos como la salud y la educación. Con la excepción de Guyana, los países de la
                       Mancomunidad del Caribe tenían mayores ingresos per cápita y un IDH  mucho mayor que el de
                                                                                   181
                       la mayoría de los países de América Latina.
                           Ante tales condiciones, cabe preguntarse por qué la Fundación decidió dedicar energía
                       y recursos a la región mediante una iniciativa de programa especial. La razón fue un rápido
                       deterioro de las condiciones a principios de la década de 1990, y una percepción emergente de la
                       vulnerabilidad real de las economías insulares pequeñas y poco diversificadas, que dependían
                       en gran medida del turismo y de la exportación de productos agrícolas a Europa. Los ingresos
                       nacionales estaban disminuyendo con la eliminación de las políticas proteccionistas y un
                       mayor acceso a los mercados preferenciales en una economía cada vez más abierta y global. La
                       ayuda exterior también disminuía, y a medida que se reducía la capacidad del gobierno para
                       proporcionar subsidios y servicios sociales gratuitos, abundaban las consecuencias negativas:
                       el aumento de los niveles de desempleo, subempleo y pobreza; el aumento de la migración
                       de los desempleados en busca de trabajo; la intensificación de la delincuencia y la violencia;
                       y el surgimiento de una cultura de dopaje entre la juventud cada vez más desatendida en la
                       región. Las repercusiones fueron mayores para los grupos sociales en situación de riesgo, como
                       las mujeres, los jóvenes y los marginados de las zonas rurales. Como resultado, el número de
                       solicitudes de donativos de la región había aumentado drásticamente. En especial las de las ONG
                       de reciente creación que intentaban llenar el vacío provocado por las reducciones en los servicios
                       gubernamentales.
                           Por lo tanto, existía el deseo de aumentar la actividad de la WKKF en una región en la
                       que antes tenía poca presencia. La Fundación hizo su primera donación en la Mancomunidad
                       del Caribe en 1974. En los próximos 22 años, invirtió aproximadamente USD 5 millones en 16
                       proyectos y 11 becas en seis países. También se mostró gran interés en ampliar y diversificar los
                       tipos de proyectos y organizaciones apoyados. Entre 1974 y 1996, la mayoría de las donaciones se
                       destinaron a la salud (73%) y el resto al desarrollo de la juventud (23%) y a la educación (4%). La
                       mayoría (73%) se concedieron a beneficiarios tradicionales, como ministerios gubernamentales,
                       universidades y otras instituciones educativas, con un apoyo limitado (27% de los donativos) a
                       beneficiarios no tradicionales, como las ONG.
                           El Consejo aprobó una asignación de USD 2.7 millones para la Iniciativa del Caribe en julio
                       de 1996, un año después de que comenzara la Iniciativa de Haití. La finalidad era “mejorar las
                       oportunidades para los jóvenes, las mujeres y la población rural de la Mancomunidad del Caribe”
                       mediante el apoyo a proyectos en los ámbitos de la salud, los sistemas alimentarios y el desarrollo
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                       rural, la educación y la juventud y el liderazgo.  El objetivo subyacente era probar modelos
                       innovadores que abordaran los problemas sociales específicos del contexto a los que se enfrentan
                       los grupos de población en situación de riesgo en la región, y apoyar activamente la difusión de
                       modelos probados entre los líderes y los responsables de la toma de decisiones a nivel nacional y
                       regional. La solicitud de fondos que se presentó ante el Consejo se elaboró a partir de un análisis
                       temprano de los enfoques apropiados para abordar los problemas locales. Esa exploración
                       se había llevado a cabo en consulta con expertos de la Mancomunidad del Caribe, entre ellos

                       180   Antigua y Barbuda, Barbados, Dominica, Granada, Jamaica, Sta. Lucia, San Cristóbal y Nieves, San Vicente,
                       Trinidad y Tobago.
                       181   Índice de Desarrollo Humano descrito en la sección Haití (http://hdr.undp.org/en/statistics/hdi).
                       182   Asignación de fondos en el Caribe, 18 de julio de 1996.


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