Page 181 - Aprendizajes y Legados del Trabajo en el Campo
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dos becarios del programa KILP, y mediante un taller celebrado en diciembre de 1994 con
representantes de 26 ONG. El taller también había brindado la ocasión de compartir información
sobre las oportunidades de financiación con los beneficiarios no tradicionales, familiarizarse
con los posibles beneficiarios y evaluar las deficiencias de capacidad que pudieran requerir un
fortalecimiento mediante estrategias de apoyo.
Proyectos y Actividades de la Iniciativa de la Mancomunidad del Caribe
Como parte de la iniciativa, se financiaron 14 proyectos en siete países. En un informe
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resumido se les clasificó como seis proyectos de desarrollo y liderazgo de la juventud, cuatro
proyectos que trabajan con mujeres rurales y cuatro proyectos de desarrollo rural. En realidad,
varios proyectos abarcaban más de una de estas tres categorías. No hubo una evaluación de
clúster de los proyectos del Caribe, pero los informes de los proyectos y las síntesis de los
informes por parte del personal del programa ofrecen un panorama de los logros y de algunas de
las dificultades a las que se enfrentó este grupo de proyectos.
Entre los proyectos juveniles más exitosos se encontraban dos que tenían un alcance y un
propósito muy diferentes. El primero fue un proyecto regional dirigido por una organización
sombrilla dedicada al desarrollo de la juventud, la Federación de Juventud del Caribe (CFY, por
sus siglas en inglés). El propósito de la federación era establecer y apoyar a los consejos nacionales
de la juventud en toda la región. Había ayudado a crear consejos en 10 países entre 1986 y
1996. La donación de la Fundación Kellogg se utilizó para fortalecer a los consejos al ayudarles
a desarrollar planes estratégicos y formar a su personal en habilidades de administración,
negociación y liderazgo, a la vez que fomentaban la formación de los líderes juveniles más
prometedores a través de campamentos anuales de trabajo-estudio. Como tal, la federación logró
crear capacidad institucional y de liderazgo para el desarrollo de la juventud en toda la región.
También aprovechó su credibilidad a nivel regional para convocar a los encargados de la toma
de decisiones a nivel nacional y local, y para situar el desarrollo de la juventud en un lugar más
destacado de la agenda política de la región.
El segundo de estos esfuerzos para la juventud fue un proyecto de prevención del crimen
dirigido por la policía de Jamaica en los distritos del centro de la ciudad de Kingston. Los
índices de delincuencia y abuso de drogas eran altos entre los jóvenes de Kingston y más del
50% de los jóvenes menores de 25 años estaban desempleados. La idea subyacente al proyecto
era vincular a los jóvenes, sus comunidades y la policía en un proceso de participación cívica
que ofrecía un camino alternativo para la juventud de la ciudad. El proyecto Second Chance
(Segunda Oportunidad), dirigido por el departamento de policía, ofrecía formación vocacional,
deportes y recreación, entrenamiento para el desarrollo personal y formación en habilidades de
emprendimiento. Las actividades se popularizaron con rapidez, y en un periodo de tres años
el proyecto llegó a más de 960 jóvenes previstos inicialmente. El proyecto, dirigido por el Jefe
de Policía, recibió asistencia de los Departamentos de Policía de Estados Unidos. El director de
programa lo calificó como uno de los proyectos más efectivos de la iniciativa, tanto por su impacto
positivo en los jóvenes como por ayudar a la fuerza policial a desarrollar actitudes más positivas
hacia la juventud, algo inusual en un continente en el que las fuerzas de seguridad a menudo
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emplean métodos violentos en sus intentos por combatir el crimen. Fue un verdadero modelo
innovador para abordar una de las enfermedades sociales más graves de la época.
Varios proyectos trabajaron con mujeres rurales y, en ocasiones, con jóvenes para mejorar
su capacidad de generación de ingresos. La Agencia de Desarrollo Comunitario de Granada
(GRENCODA); la Red Caribeña para el Desarrollo Rural Integrado (CNIRD), con sede en
Trinidad y Tobago; y el Centro de Desarrollo Agrícola y Rural Gilbert (GARDC), en Antigua,
proporcionaron formación, asistencia técnica y microcréditos para ayudar a las mujeres de
las zonas rurales a aumentar la producción y la venta de productos agrícolas y de artesanías.
183 América Latina y el Caribe. Actualización de la programación y plan para 2000-2005. 15-16 de septiembre de 1999.
184 Resumen final de P60108, 2 de diciembre de 2003.
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