Page 179 - Aprendizajes y Legados del Trabajo en el Campo
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Pero los efectos combinados de los
                   proyectos y las estrategias de apoyo no
                   estuvieron a la altura de la aspiración
                   inicial de la WKKF de promover el
                   desarrollo a una escala más amplia
                   y así crear “un todo mayor que la
                   suma de sus partes”. El número de
                   proyectos financiados y la cantidad
                   de fondos comprometidos fueron
                   menores de lo previsto originalmente,
                   debido a las dificultades para encontrar
                   instituciones sólidas con un liderazgo
                   sólido. Asimismo, las actividades de
                   apoyo fueron inferiores a las previstas,
                   debido a los riesgos para la seguridad
                   personal de los participantes. Los
                   proyectos y los líderes no se reunieron
                   de manera sistemática para aprovechar
                   su aprendizaje con el fin de lograr
                   un impacto sistémico más amplio y,
                   a falta de datos a nivel macro sobre
                   los logros que habría proporcionado
                   una evaluación de clúster, se realizó
                   muy poco en cuanto a la difusión de
                   enfoques innovadores e informar a
                   los responsables de la elaboración
                   de políticas. En general, el trabajo
                   no constituyó un esfuerzo integral y
                   deliberado para abordar un problema
                   específico, en este caso el subdesarrollo haitiano, de la misma manera que lo hicieron iniciativas de
                   programas como UNI y UNIR.
                       Había dos razones principales para ello, la primera era contextual. En una entrevista, el
                   director de programa de Haití reconoció que el personal de la Fundación había subestimado las
                   dificultades asociadas con el trabajo en Haití: la debilidad de las instituciones, la falta de capital
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                   social a nivel comunitario, la inseguridad y la corrupción generalizada.  El segundo factor fue
                   la brevedad del periodo. Un periodo de siete años, que comprende la concesión de donaciones
                   a partir de 1993, no fue suficiente para hacer una contribución significativa a cualquier proceso
                   de desarrollo nacional, y mucho menos en un entorno tan volátil y difícil como el de Haití. Si no
                   hubiera habido una reorientación radical de la estrategia del programa de América Latina y el
                   Caribe en el 2000, tal vez la WKKF habría extendido la duración de la iniciativa y mejorado sus
                   posibilidades de lograr la pequeña, pero deseada, contribución estratégica al proceso de desarrollo
                   nacional.
                       No obstante, con el tiempo la historia cambiaría drásticamente. Los avances logrados por
                   los beneficiarios en los proyectos de clústeres integrales a principios de la década del 2000,
                   se basaron en gran medida en la experiencia adquirida y en las relaciones que establecieron
                   con las comunidades durante la iniciativa. Y los esfuerzos concertados a mayor escala que se
                   están llevando a cabo en Haití se basan sólidamente en las relaciones establecidas, la profunda
                   comprensión del contexto y un análisis de las lecciones aprendidas en los primeros años de
                   programación en Haití.





                   179   Entrevista con Blas Santos, 1 de agosto de 2014.

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