Page 187 - Aprendizajes y Legados del Trabajo en el Campo

Capítulo 7 – Una Alianza con la Juventud en Favor
del Desarrollo

Resumen

l avanzar la estrategia de la Fundación Kellogg en América Latina y el Caribe de 1986 a
2008, un nuevo aliado surgió como una fuerza poderosa para el cambio: los jóvenes. Aunque
Alos jóvenes habían sido durante mucho tiempo el centro de atención de los programas de la
Fundación en América Latina y el Caribe, esto se trataba de algo nuevo. Anteriormente, los programas
que beneficiaban a los jóvenes eran casi exclusivamente dirigidos por adultos. No se esperaba que los
jóvenes ayudaran a diseñar, administrar y mucho menos dirigir, proyectos que les beneficiaran.
En el marco de la nueva estrategia, los proyectos no solo estarían dirigidos hacia los jóvenes sino
con ellos. Mediante una visión más amplia del desarrollo de la juventud, los jóvenes líderes serían
actores centrales en un esfuerzo coordinado para romper el ciclo intergeneracional de pobreza. La
WKKF creía que su energía y optimismo podían impulsar el cambio social de formas que los adultos
no podían.

Antecedentes
En 1998, la Dirección de la Fundación Kellogg inició un proceso de pensamiento estratégico
para lograr que la dirección del programa estuviera más alineada e integrada, y se caracterizó en
cinco facetas:
• Abordar cuestiones sociales generales en las que es posible un impacto significativo.
• Enfocar los recursos en un número menor de iniciativas.
• Colaborar con los beneficiarios utilizando enfoques comunitarios para crear un cambio
sistémico.
• Poner mayor énfasis en el impacto del programa y en el retorno de su inversión.
• Aprender de los esfuerzos de los programas, al difundir las mejores prácticas, y servir
como base a las políticas públicas.
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En su compromiso de “ayudar a la gente a ayudarse a sí misma”, la Fundación, claramente
hizo del desarrollo humano el centro de la filosofía de sus programas. El bienestar y el desarrollo
de los niños y jóvenes fueron los principales objetivos de todos los programas, tal como se expresó
en un documento interno de 1998: “A lo largo de la historia de la Fundación, la juventud ha
sido un foco importante de la programación. En los programas para jóvenes, en especial, hemos
enfatizado la importancia de enfocarse en el niño en su totalidad. Además, un rasgo distintivo de
la programación juvenil anterior ha sido poner a los niños en el centro de los esfuerzos de cambio
comunitario o institucional”. El aumento de la capacidad de las comunidades, ha sido una
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estrategia fundamental para crear un entorno en el que los niños y los jóvenes puedan encontrar
las condiciones necesarias para su desarrollo saludable. “El desarrollo comunitario ha sido la
principal forma en que hemos asistido a la gente a ayudarse a sí misma, en tanto que el desarrollo
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económico ha fortalecido el desarrollo social de las comunidades, en esfuerzos más recientes”.
Para 1998, el programa de América Latina y el Caribe contaba con esfuerzos activos en 28
países y abarcaban todas las áreas de objetivos de la Fundación. En conjunto con los esfuerzos
de toda la Fundación para realinear los programas, el personal de América Latina y el Caribe
emprendió un proceso de pensamiento estratégico de un año de duración, para ajustar sus
programas a la nueva orientación. Tras una serie de reuniones internas y consultas con expertos
193 1998: Instrucciones futuras, WKKF, documento interno en k-net.
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