Page 260 - Aprendizajes y Legados del Trabajo en el Campo
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convirtieron en la norma a partir de mediados de la década de 1980. La intención de estas
juntas era conectar a los líderes de proyecto para permitirles aprender unos de otros durante
y después de las sesiones. El intercambio de conocimientos y fertilización cruzada de ideas se
vio frecuentemente reforzada en mesas redondas con expertos y visitas a proyectos exitosos
o instituciones clave. En las etapas posteriores del financiamiento, las juntas se usaban para
apoyar los esfuerzos de evaluación y sistematización, para informar las iniciativas de cambio
más extensas y para dar forma a las propuestas de políticas públicas. También promovían
oportunidades de creación de redes más amplias para exponer a los líderes de proyecto a
ideas y enfoques nuevos y así ayudarles a presentar sus propias ideas a mayores audiencias.
Algunos ejemplos de estas ideas y enfoques incluyen la participación en reuniones técnicas
(como la serie de seminarios de la Sociedad de Maestros de Medicina Familiar y las reuniones
de la OPS sobre fluoración de la sal) y la asistencia a conferencias regionales e internacionales.
(Por ejemplo, en 1996, la WKKF financió la asistencia de 28 investigadores de países de
América Latina y el Caribe a la Segunda Conferencia Internacional de la International Society
for Third-Sector Research (ISTR) sobre el Sector de las ONG de América Latina y el Caribe).
Los fondos de la donación también permitieron que otros líderes de proyecto participaran en
redes internacionales. Otro ejemplo es el involucramiento de los líderes de UNI en la Red de
Instituciones Educativas en Ciencias de la Salud Orientadas hacia la Comunidad, auspiciada
por la Universidad de Maastricht en los Países Bajos. 266
Los seminarios itinerantes también se organizaron para dar apoyo a los proyectos,
fortalecer sus resultados y aprovechar su impacto. Dichos seminarios adquirieron muchas
formas. Algunos permitieron que los miembros del personal de una organización beneficiaria
visitaran y aprendieran de otros proyectos u organizaciones en la región de América Latina y el
Caribe o en Estados Unidos. En 1990, un equipo multidisciplinario de educadores, terapeutas
y técnicos del Centro Israelita de Apoyo Multidisciplinario (CIAM) en Sao Paulo visitó varias
instituciones líderes estadounidenses para aprender sobre métodos innovadores de enseñanza
para niños con problemas de aprendizaje. Otros seminarios proporcionaban programas de
estudio hechos a la medida para un grupo de líderes de proyecto de varias organizaciones
beneficiarias. En 2005, se reunieron los miembros del comité directivo de la Red de América
Latina y el Caribe para la Seguridad Alimentaria y Desarrollo Sostenible (RedLayc) de toda
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la región para una junta de 10 días en Brasil. Se reunieron con practicantes y legisladores que
ocupaban puestos clave en el programa de apoyo a la agricultura familiar del gobierno de
Lula que, en ese entonces, era el más avanzado de su tipo en la región. De manera similar, los
líderes de proyecto de CC viajaban con frecuencia a proyectos fuera de sus microrregiones, en
particular al Cono Sur, donde muchos de los enfoques en desarrollo iban muy avanzados en
las AGP. En 2008, un grupo de líderes del clúster Azanaque en Oruro, Bolivia, visitó el noreste
de Brasil para aprender sobre las tecnologías agrícolas amigables con el medio ambiente
desarrolladas en Gloria do Goita, y sobre el procesamiento de frutas y verduras locales para
comercializar en el área metropolitana vecina de Recife.
Los seminarios itinerantes también permitieron que los profesionales de otros proyectos
tomaran cursos cortos en instituciones académicas. En 1990, seis profesionales de la Secretaría
de Salud y Seguridad Social de Guanajuato, México, tomaron cursos sobre métodos de
investigación y cuidados de la salud materno-infantil. Los seminarios itinerantes ayudaron
al personal de organizaciones sin financiamiento a explorar y desarrollar nuevas áreas
de programación. Tal fue el caso de los seminarios itinerantes para líderes de negocios,
fundaciones y ONG que estuvieron involucrados en las primeras iniciativas filantrópicas
con comunidades indígenas en América Latina y el Caribe en la década de 1990. A lo largo
de cuatro seminarios, 70 personas de 55 organizaciones visitaron proyectos innovadores en
Estados Unidos y México.
El factor común entre todas estas actividades fue la intención de conectar a la gente y
exponerlas a nuevas ideas y enfoques. Esto fue esencial para los proyectos que, de lo contrario,
266 Ahora se conoce como la Red Hacia la Unidad para la Salud y tiene su sede en Bélgica ( ver el capítulo sobre
Salud).
267 La red de apoyo a los pequeños agricultores que surgió de la iniciativa de Nutrición Humana ( ver capítulo sobre
Agricultura).
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