Page 30 - Aprendizajes y Legados del Trabajo en el Campo
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Cabe señalar que, en este nuevo enfoque, los adolescentes se concebían como sujetos
de acción y no como objetos. Los adolescentes se consideraban parte de la solución, y su
participación, como algo que favorecería el potencial de los proyectos de influir de manera
positiva en las actitudes y prácticas de la comunidad.
La Iniciativa para una Adolescencia Saludable buscaba mejorar la salud de los jóvenes en
América Latina y el Caribe. Dicha iniciativa crearía conciencia sobre los problemas que afectan
el desarrollo de la juventud y generaría propuestas de modelos de intervención a nivel local y
nacional. Estaba conformada por doce proyectos comunitarios que proporcionaban esquemas de
atención médica integral al mismo tiempo que aprovechaban a las instituciones y organizaciones
comunitarias orientadas a la juventud para brindar servicios y oportunidades de desarrollo
personal cabal. Durante los tres años de su implementación, los proyectos participaron en
un programa de apoyo que incluía un taller de administración de proyectos, dos talleres de
evaluación y creación de redes de servicios, visitas de campo y asesoría y análisis por parte de un
equipo de consultores.
En la fase 2, algunos de los mejores proyectos de la primera fase se refinanciaron a fin de
consolidar y ampliar su labor. Por ejemplo, el Hospital General Cosme Argerich promovió una
alianza con la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires y la Sociedad Argentina
de Pediatría. El proyecto tenía como objetivo mejorar la salud de los adolescentes mediante
un modelo educativo para los profesionales de la salud, así como a través de la promoción
de la creación y el fortalecimiento de centros locales en esta área de acción. La participación
de la Sociedad de Pediatría fue fundamental para garantizar el apoyo de especialistas en
la consolidación del programa. Se demostró que los proyectos no solo se enfocaban en los
resultados inmediatos, sino en el potencial que estos tenían para influir en la creación de políticas
organizacionales y para promover un cambio en sus sistemas.
Paralelamente, se seleccionaron organizaciones clave en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile,
Colombia, República Dominicana, Ecuador, México, Nicaragua, Perú y Venezuela con base
en la experiencia satisfactoria de los Seminarios de Desarrollo de Ideas. Dichas organizaciones
se comprometieron a unirse a la iniciativa implementando programas sanitarios para los
adolescentes con un enfoque en la promoción de la salud, la prevención de enfermedades y la
atención médica primaria. Sin embargo, su influencia fue más allá del ámbito de la atención
médica. En un informe al Consejo de Fideicomisarios de la Fundación se explicó que: “Cada uno
de los programas fue concebido con la idea de que se puede empoderar a la juventud mediante
el diseño y la implementación de proyectos que brinden oportunidades para reforzar el sentido
de civismo”. Para ello, los proyectos buscaban alentar el diseño de programas integrales para
adolescentes y jóvenes; aumentar la participación de los adolescentes en sus comunidades y en
la sociedad civil; fortalecer las capacidades para mejorar la calidad de los servicios y programas
orientados a ellos; y crear redes de comunicación social para incluir a familias, organizaciones
comunitarias, organizaciones sin fines de lucro, instituciones de prestación de servicios,
instituciones comerciales del sector privado y gobiernos locales”. 14
En 1997, una antigua beneficiaria de la WKKF, la Fundación de Organización Comunitaria
(FOC) hizo equipo con el Hospital J.F. Muñiz para emprender un proyecto de adolescencia
saludable en los barrios marginados de Lomas de Zamora, en las afueras de Buenos Aires. La FOC
es una ONG que ha estado presente en dicho distrito desde 1981 y tiene fuertes lazos con esas
comunidades. Originalmente un movimiento comunitario liderado por mujeres profesionales,
la organización implementó sus programas empleando a “educadoras sanitarias”. Estas líderes
comunales enseñaban prácticas para la prevención de enfermedades y fungían como “animadoras
sociales", a fin de ayudar a los jóvenes a llevar estilos de vida saludables y desarrollar habilidades
laborales. El Hospital F.J. Muñiz es una institución de salud de nivel terciario especializada
en enfermedades infecciosas (este tipo de instituciones cuentan con especialistas que brindan
servicios médicos avanzados y complejos). En 1990, su departamento de Pediatría inauguró un
pabellón y un programa ambulatorio para adolescentes.
Lomas de Zamora era uno de los asentamientos marginados más representativos de este
14 Informe al Consejo de Fideicomisarios sobre el clúster de Adolescencia Saludable, junio de 2001
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