Page 54 - Aprendizajes y Legados del Trabajo en el Campo
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de Edimburgo", que representaba el consenso de los participantes sobre las reformas de la
educación médica necesarias para alcanzar el objetivo de "Salud para todos" establecido por la
OMS en 1978. La Declaración respondía en gran medida a las recomendaciones formuladas en el
estudio de la ABEM. Entre otros puntos, se discutió la necesidad de ampliar la gama de entornos
educativos, tomar las necesidades nacionales de salud como base para el diseño de los planes de
estudio, y adoptar métodos de aprendizaje activos para capacitar a los profesores de medicina
como educadores y enfatizar de nuevo la prevención y la promoción. También se propuso la
coordinación entre las facultades de Medicina y los sistemas de atención médica, la formación
multidisciplinaria y el trabajo en equipo (es decir, equipos integrados por diferentes profesiones
de la salud), así como la oferta de formación continua. La declaración promueve la idea de una
intervención holística para optimizar los resultados.
Paralelamente al estudio de la ABEM, la Fundación también encargó en 1987 la realización
de un conjunto de estudios para evaluar el estado de la educación en enfermería, odontología y
gestión de la salud en diversas áreas de la región de América Latina y
el Caribe. Los resultados no difirieron significativamente de los relacionados con la
educación médica.
Los programas de la Fundación siempre han enfatizado la promoción y prevención de la
salud, la medicina familiar, la atención primaria, la participación comunitaria y el enfoque TSA
como los pilares principales de su estrategia para mejorar la atención médica. La declaración de
la WFME reforzó el énfasis de la WKKF en esos pilares. También dejó en claro la necesidad de
ampliar el alcance del programa de salud, de invertir más en el desarrollo de métodos educativos
y de fomentar un mayor compromiso de las universidades con sus comunidades y los servicios de
salud locales. A pesar de los avances en estos ámbitos, la enseñanza de la medicina comunitaria
y familiar, así como la promoción y prevención de la salud, aún se limita a unas pocas disciplinas
dentro de los departamentos de medicina preventiva y social, enfermería y odontología. Con
frecuencia, las prácticas en estas áreas se ofrecían como optativas, lo que limitaba su capacidad para
contrarrestar el interés de los jóvenes estudiantes universitarios por la medicina de alta tecnología.
Las colaboraciones con los servicios locales de salud solían limitarse a los centros de atención
médica primaria, donde los estudiantes recibían gran parte de su formación. En estos entornos, los
estudiantes y profesores rara vez mostraron un compromiso a largo plazo con la salud general de la
comunidad.
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