Page 53 - Aprendizajes y Legados del Trabajo en el Campo
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Después de iniciar el programa de UNI en 1992, el enfoque del programa de desarrollo
                   de enfermería se reorientó hacia los proyectos de UNI. A excepción de los PRODEN y los
                   proyectos de formación a distancia, el número de becas a escuelas de enfermería disminuyó
                   considerablemente. Sin embargo, los recursos para el desarrollo de la enfermería no cesaron,
                   ya que, como se mencionó anteriormente, las escuelas de enfermería participaron de manera
                   vinculante en los proyectos de UNI. Los UNI crearon un clima energético y dinámico para
                   introducir cambios en los planes de estudio haciendo hincapié en la atención médica primaria
                   y el trabajo multidisciplinario, pero centrándose en los estudios universitarios.
                   El Programa de UNI:

                        La búsqueda de una formación correcta de los profesionales de la salud, en particular
                   de los médicos, continúa hasta la fecha. Para hacer realidad el ideal de un sistema de atención
                   médica primaria accesible y asequible que se centre en la promoción y la prevención se necesitan
                   profesionales que apoyen esta visión y que reúnan las cualidades y aptitudes necesarias para
                   actuar en consecuencia. En palabras del Dr. Charles Boelen, excoordinador del Programa de
                   Recursos Humanos para la Salud de la Organización Mundial de la Salud, un "médico de cinco
                   estrellas" debe contar con las habilidades de un proveedor de cuidados, un tomador de decisiones,
                   un comunicador, un líder de la comunidad y un gerente. 45
                        Las insuficiencias de las prácticas actuales no son producto exclusivo de una educación
                   sanitaria deficiente o de sistemas de salud mal organizados. En realidad, existe una interacción
                   compleja entre al menos tres categorías de variables: las relacionadas con la forma en que se
                   organizan y pagan los sistemas de salud; las relacionadas con las prácticas y los enfoques que
                   prevalecen en los servicios de atención médica; y las relacionadas con la forma en que se capacita
                   a los profesionales de la salud. Para mejorar las prácticas es necesario mejorar la formación de los
                   profesionales y la forma en que se organizan los servicios. Por ejemplo, una mejora significativa
                   en la organización de los servicios de salud generaría una demanda por mejores prácticas, lo que
                   presionaría al sistema educativo a mejorar la preparación de sus egresados. Del mismo modo, los
                   egresados con mejor formación crearían una nueva cultura de servicios y ejercerían presión para
                   lograr una mejor organización. En síntesis, las acciones encaminadas a mejorar solo un elemento
                   de la ecuación podrían no conducir a la transformación deseada.
                        La mayoría de las universidades del mundo titulan profesionales de la salud alejados del
                   perfil del "doctor de cinco estrellas". A pesar de todos los esfuerzos para promover y difundir
                   la atención primaria y familiar, la capacitación médica continúa enfatizando las tecnologías
                   hospitalarias, en lugar del trabajo realizado en las comunidades donde los médicos servirán y
                   desplegarán servicios con tecnología más sencilla, pero altamente efectivos si se fundamentan en
                   buenas habilidades clínicas. Se ha culpado a las universidades de ser instituciones excluyentes,
                   insensibles a las necesidades apremiantes de la sociedad de contar con sistemas de salud más
                   eficaces en función de los costos y con una atención médica más humanizada. Por otra parte, las
                   facultades de medicina culpan a los sistemas de salud de estar mal estructurados y de no ofrecer
                   a los profesionales de la medicina las condiciones adecuadas para aplicar adecuadamente sus
                   conocimientos.
                        En 1988, la Federación Mundial de Educación Médica (WFME por sus siglas en inglés)
                   organizó una Cumbre Mundial sobre Educación Médica en Edimburgo, Escocia. La perspectiva
                   de las escuelas de Medicina de América Latina y el Caribe se reflejó en el estudio "Educación
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                   Médica en las Américas",  elaborado por la Asociación Brasileña de Escuelas de Medicina
                   (ABEM) y patrocinado por la WKKF. Al final de la Cumbre, la WFME publicó la "Declaración


                   45  Doctores por la salud: una estrategia mundial de la OMS para cambiar la educación y la práctica médica para la salud de
                   todos.
                   Ginebra, Organización Mundial de la Salud, 1996 (documento inédito WHO/HRH/96.1, de la División de
                   organización y gestión de los sistemas de salud).
                   46   Chaves, MM & Rosa, AR – Educação Médica nas Américas – o Desafio dos Anos 90, Cortez Editora, 1990.



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