Page 116 - Aprendizajes y Legados del Trabajo en el Campo
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aprendizaje cambiaron, lo que se refleja en parte en las propias iniciativas de los profesores para
incorporar contenidos locales y culturalmente relevantes en el plan de estudios y los materiales
didácticos. Al finalizar el financiamiento de la Fundación Kellogg, otros 12 municipios habían
solicitado el programa de capacitación, y las autoridades educativas locales pagaron los gastos
de operación. El programa tuvo un impacto importante en el sistema escolar público en una zona
empobrecida y con pocos recursos pedagógicos. Este fue un buen ejemplo de cómo la ayuda
universitaria podía contribuir eficazmente al desarrollo local.
La Asociación Civil Fe y Alegría de Venezuela estableció un programa similar para mejorar
la capacitación docente en las escuelas de todo el país a partir de 1994. En ese momento y de
acuerdo con las autoridades educativas locales, la CAFJ administraba 97 escuelas primarias,
secundarias y técnicas en todo el país, con el apoyo de cuatro oficinas regionales. El programa de
formación del profesorado se dirigió a los profesores de 45 escuelas urbanas, ofreciendo formación
en tres modalidades. El primero fue un programa de educación continua en servicio que llegó a
casi 1,000 maestros. El segundo fue un programa de medio tiempo para obtener una licenciatura
en educación, dirigido en conjunto con la Universidad Experimental Simón y con la participación
de 100 maestros. La tercera modalidad fue una preparación técnica para profesores sin calificación
docente formal, realizada en colaboración con la Universidad Católica Andrés Bello y completada
por más de 150 profesores. Se estableció un centro de recursos en cada oficina regional para
brindar asesoramiento técnico y acceso a recursos bibliotecarios y multimedia a los maestros
durante su formación. El impacto de los programas se hizo evidente al mejorar el desempeño
tanto de los maestros como de los estudiantes. Algunas escuelas recibieron reconocimiento
como modelos a seguir por otras escuelas locales. En particular se logró que los niños que
habían abandonado sus estudios regresaran a la escuela. La Fundación Nacional de Ciencia y
Tecnología (FUNDACITE) entregó premios a cinco escuelas por el desempeño sobresaliente de
sus estudiantes. La CAFJ recibió fondos adicionales como parte de la Iniciativa de Comunidades
de Aprendizaje que se describe más adelante en este capítulo.
Otros proyectos se centraron en la búsqueda de formas de adaptar los programas escolares
a las condiciones y culturas locales. Estos proyectos identificaron que los niños tienen más
probabilidades de aprender si el contenido de la enseñanza se relaciona directamente con sus
intereses y experiencias de la vida real. Los proyectos con frecuencia aprovechan la participación
de las familias de los estudiantes y otros miembros de la comunidad, ya que el aprendizaje puede
y debe tener lugar más allá de la escuela, entre la familia, los amigos, los vecinos, los clubes no
escolares, las organizaciones y las empresas, en la iglesia y en otros lugares. Además se reconoció
que los niños tienen más probabilidades de aprender cuando se les trata como participantes
activos en su propia educación y en la de los demás, en lugar de como receptores pasivos de
contenidos y métodos de aprendizaje dictados de manera centralizada. Algunos de los proyectos
sirvieron de base para la reforma del sector público de la educación que, a partir de mediados de
la década de 1990, trató de promover la adaptación local de los planes de estudio concebidos a
nivel nacional.
Con el fin de ampliar el currículo escolar básico para relacionar la enseñanza y el aprendizaje
con la comunidad local y el medio ambiente, el Núcleo de Geografía Viva (NGV) de Venezuela
estableció un exitoso programa piloto de educación escolar-comunitaria en siete escuelas de
vecindarios marginales de Caracas. Con el financiamiento de la Fundación Kellogg, el programa
se refinó y se amplió a otras cinco escuelas que solicitaron el programa. El esfuerzo alentó a los
estudiantes, padres y organizaciones comunitarias a emprender pequeños proyectos de acción/
investigación enfocados en el desarrollo local sostenible y la protección del medio ambiente.
Los proyectos consistían en la reconstrucción de la historia local, el "upcycling" (reciclaje de
materiales usados en obras de arte u objetos útiles) y la creación de jardines escolares. El programa
logró involucrar a los padres y a la comunidad, mejorar las relaciones de los maestros con sus
estudiantes y la comunidad, y adaptar el programa escolar básico para incluir el interés local. La
colaboración entre NGV y el Ministerio de Educación posibilitó el mantenimiento del programa
y su ampliación a más escuelas. Con financiamiento de la WKKF, la Fundación Vida Joven (FJV)
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