Page 129 - Aprendizajes y Legados del Trabajo en el Campo
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Muchos de los proyectos de este grupo fueron de los primeros proyectos financiados por
fundaciones que se dirigieron a jóvenes en situación de riesgo en entornos urbanos. Entre ellos
había dos proyectos de educación no formal muy exitosos que combinaban la formación con
la colocación laboral. Ambos se encontraban en áreas metropolitanas cercanas a las grandes
capitales. La Fundación Del Viso estableció un centro de entrenamiento comunitario en la
ciudad de Del Viso, a 72 kilómetros de Buenos Aires. El centro brindó formación profesional a
°
estudiantes de 7 grado de las escuelas públicas locales quienes posteriormente completaron su
aprendizaje en las industrias de la construcción, la restauración y la reparación de automóviles.
La Asociación Pro-Juventud (PROJOV) de Barueri, a 24 kilómetros de Sao Paulo, se asoció
con el Club Rotario de la localidad para establecer un programa de educación técnica en
habilidades de oficina y administración y conocimientos de computación para jóvenes de 15 a
17 años de edad. Ambos programas se basaron en asociaciones innovadoras entre empresas y
organizaciones sin fines de lucro que los mantuvieron después de la financiación de la WKKF.
El programa PROJOV está ahora en su año número 17. Cuenta con siete sedes y gradúa a casi
1,000 jóvenes al año. Los graduados del programa realizan pasantías de seis meses en empresas
locales y con frecuencia se les ofrecen puestos de trabajo permanentes al terminar sus estudios.
Más de 11,000 de sus aproximadamente 16,000 graduados hasta la fecha comenzaron su
trabajo poco después de terminar sus pasantías. Además de ayudar a los jóvenes a competir
en el mercado laboral, el programa incentivó a muchos a completar su educación y a evitar o
abandonar comportamientos riesgosos como el crimen y el abuso de sustancias.
Algunos proyectos están dirigidos específicamente a los jóvenes involucrados en los
crecientes problemas sociales en los grandes centros urbanos de la región, como la violencia,
la explotación, el abuso físico, emocional y sexual, la prostitución, el abuso de sustancias y la
criminalización. Estos proyectos combinaban la formación profesional con el apoyo psicológico
y social adicional necesario para rehabilitar y resocializar a los jóvenes. El Centro del
Muchacho Trabajador en Quito, Ecuador, y la Fundación Oratorio Don Bosco de la Hermana
María Romero en San José, Costa Rica, fueron proyectos de este tipo. Ambos trabajaron con un
pequeño número de jóvenes debido a la naturaleza intensiva de su labor, y ambos demostraron
enfoques eficaces para rehabilitar a los jóvenes que a menudo presentaban grandes
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