Page 211 - Aprendizajes y Legados del Trabajo en el Campo
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desarrollo, era aún desconocida cuando se inició el programa. De hecho, trabajar en colaboración
ha sido un gran reto señalado por la gran mayoría de nuestros beneficiarios”. 215
La participación de los jóvenes podría ser el aspecto más destacable de los CC. Los jóvenes y
sus familias apoyaron con entusiasmo la idea de participar en un programa que proponía un
futuro mejor: El 75% de las familias apoyó con entusiasmo su participación y el 86% creía que
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esta participación era importante para el futuro de la juventud. El programa se distinguió
por reconocer a los jóvenes como actores sociales y agentes de cambio, más que como meros
beneficiarios del proyecto u objetos de cambio. A fin de movilizar e involucrar a los jóvenes y
aprovechar su potencial para desempeñar esas funciones, era importante definirlos ampliamente
en el contexto de las diversas construcciones sociales y culturales
específicas de cada región, en lugar de limitarse a una definición estricta
de edad biológica. Del mismo modo, era esencial El programa se distinguió
reconocer las múltiples identidades y roles de los jóvenes, en lugar de por reconocer a los
percibirlos solo como estudiantes o beneficiarios a quienes se les debe
educar: jóvenes como actores
“El objetivo de involucrar a los jóvenes como actores clave y sociales y agentes
promover su capacidad de agentes de cambio dentro de sus familias de cambio en vez de
y la comunidad, trasciende la visión clásica de su movilización que meramente beneficiarios
se observa en la mayoría de los proyectos juveniles. La verdadera
participación de la juventud comienza con los esfuerzos para del proyecto u objetos
involucrarlos en la formación de grupos organizados que toman de cambio.
acciones dirigidas al servicio de los jóvenes, sus comunidades y
familias, y apoyan su participación institucionalizada en la red local de
instituciones (ya sean grupos políticos, sociales o culturales)”.
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La construcción de una visión común – En la teoría del cambio de los CC, la creación de una
visión común para un mejor futuro en la microrregión deriva de la participación de los jóvenes
y de las alianzas interinstitucionales. La teoría asume que un diálogo abierto, con un importante
componente intergeneracional, creará una visión común desde la cual considerar ideas dispares
y contemplar las aspiraciones de los jóvenes. Los grupos aprendieron que valía la pena invertir
tiempo y recursos para asegurar que los actores locales construyeran su visión común con base
en el conocimiento sólido de su propio contexto. Ese proceso implicaba reunir cierto tipo de
información, compartirla y analizarla en procesos transparentes y negociar una agenda mínima
de intereses comunes. En la mayoría de los CC, esto distaba mucho de ser un proceso fácil y
sin complicaciones. La falta de colaboración previa, el equilibrio entre la confianza mutua y
la desconfianza, y la novedad de la participación de los jóvenes en lo que eran esencialmente
decisiones políticas, produjeron resultados mixtos. En microrregiones con una cultura política más
conservadora, los administradores públicos tendían a tener una actitud condescendiente hacia
los jóvenes. Otras áreas mostraron un interés genuino en dar la bienvenida a los jóvenes a la toma
de decisiones. Los CC Ciudadano Joven, en el AGP2 y el Valle de Santa Catalina, en el AGP3,
fueron microrregiones en las que se alcanzó un alto nivel de consenso sobre la futura dirección del
desarrollo local. En ellos, se consideraron las aspiraciones de los jóvenes y las autoridades locales
se unieron para coordinar los programas públicos.
215 Ídem
216 Informe provisional de la Evaluación de Clústeres realizada por el CIAT, 2006.
217 Informe de América Latina y el Caribe al Consejo: “Promoción del Desarrollo Regional a través del Método de Clústeres
Integrales, 2000-2007. Antecedentes: Lecciones Aprendidas”, marzo 2008.
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