Page 212 - Aprendizajes y Legados del Trabajo en el Campo
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El desarrollo del capital humano – La construcción de capital humano fue un elemento central de
                       la iniciativa de CC que se encaminó a romper el ciclo intergeneracional de pobreza. La educación
                       formal y no formal son igualmente importantes para fortalecer el capital humano; casi todas
                       las actividades locales se basan en la intención de maximizar las oportunidades individuales
                       de aprendizaje. Desde el comienzo, la educación no formal de adolescentes y jóvenes adultos
                       fue priorizada como una estrategia para compensar rápidamente las deficiencias educativas del
                       pasado. La intención de estos esfuerzos era aumentar la capacidad de los jóvenes para definir
                       y seguir una dirección positiva en la vida, inculcar nuevas ideas y motivación en sus familias y
                       vecinos, y considerar el futuro de la propia comunidad independientemente de su propio futuro:
                           “La educación era percibida por las comunidades como la estrategia más importante para
                       ayudar a los jóvenes a romper el ciclo intergeneracional de pobreza. Por lo tanto, todos los CC han
                       realizado grandes esfuerzos para elevar el nivel de habilidades de los participantes individuales.
                       Los programas extracurriculares han sido la primera opción fácilmente disponible: la educación
                       en computación, la formación vocacional y la ciudadanía fueron los ejemplos más comunes. En
                       todos los CC se pusieron en marcha diferentes tipos de programas educativos, de desarrollo del
                       liderazgo y de formación (por ejemplo, formación vocacional, emprendimiento, administración
                       de proyectos) que ayudan a jóvenes y adultos a adquirir habilidades y a desarrollar su capacidad
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                       para obtener mejores resultados en el trabajo, la vida, la familia y la comunidad.
                           No existen datos agregados para determinar el número exacto de personas que se
                       beneficiaron de las actividades de educación no formal, pero una estimación conservadora basada
                       en los informes de los proyectos individuales lo sitúa entre 5,000 y 10,000 personas. Pero aún más
                       importante que los números, fue el impacto generado en las comunidades. Existen abundantes
                       ejemplos de jóvenes que, inmediatamente después de aprender nuevas prácticas, las aplicaron a
                       la granja o negocio familiar y se convirtieron en agentes de cambio que ayudaron a sus padres y
                       vecinos a reemplazar las prácticas anticuadas. La historia de Rejane, en el noreste de Brasil,
                       es ilustrativa.


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