Page 229 - Aprendizajes y Legados del Trabajo en el Campo
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por ejemplo, como resultado de presión no deseada ejercida por los consejos juveniles sobre el
                   gobierno o simplemente porque se desvanece el entusiasmo inicial. Y si bien los arreglos formales
                   como las normas municipales o una legislación nacional pueden garantizar la participación
                   juvenil en la toma de decisiones pública, estas no aseguran que realmente se escuche la voz de
                   la juventud. Por otro lado, la participación en la política es una forma de participación clásica y
                   efectiva. En comparación con otros países, la juventud de América Latina y el Caribe está bastante
                   bien politizada y en casi todos los países hay números significativos de jóvenes dispuestos a
                   embarcarse en la carrera política. (En particular aquellos que provienen de una familia
                   de políticos).
                       En 2005, la WKKF apoyó a la Organización Fuerza Ciudadana,
                   una ONG apartidista con sede en la Ciudad de México, a promover la
                   participación juvenil en las discusiones públicas previas a las elecciones
                   generales de 2006. La organización creó un Foro Electoral Juvenil que   Las organizaciones
                   elaboró una “Agenda para la Juventud para 2006-2012”. La agenda   juveniles se hicieron más
                   misma fue el producto de un proceso rico en discusión y debate entre
                   organizaciones juveniles: Se distribuyeron 10,000 impresiones de   articuladas y astutas
                   esta agenda en universidades, ONG y otras instituciones clave para   políticamente, lo que
                   garantizar que el debate fuera extenso. Este foro, pluralista y apartidista   aumentó su capacidad de
                   en principio, discutió la agenda con todos los partidos (incluyendo a tres
                   de los cinco candidatos presidenciales) y todos se comprometieron con   influir en políticas públicas
                   sus recomendaciones. El resultado fue que las organizaciones juveniles   y cabildear a favor de una
                   adquirieron una mayor articulación y astucia política, lo que aumentó   agenda para la juventud.
                   su capacidad de influir en políticas públicas y cabildear a favor de una
                   agenda para la juventud. La polarización y la tensión creciente entre
                   partidos durante el proceso electoral presentó retos al cumplimiento
                   de las metas iniciales de Fuerza Ciudadana. Sin embargo, la intención
                   principal de promover y estimular la participación juvenil en el trayecto
                   electoral sí se logró.
                       El trabajo para garantizar la participación cívica en el proceso político también debió
                   considerarse esencial para promover una acción pública dinámica a nombre del desarrollo y
                   el bienestar de la juventud. En cuanto a cómo satisfacer esta necesidad, en el noreste de Brasil
                   surgió un buen ejemplo. En noviembre del año 2000, alrededor de 19,000 miembros de consejos
                   ciudadanos resultaron electos en los nueve estados del noreste; 9.5% de ellos tenían menos de 30
                   años de edad y demostraban un interés bastante fuerte en participar en la vida política.
                       En abril de 2001, la WKKF apoyó a la Organización Brasileña de la Juventud (OBJ),
                   organización apartidista sin fines de lucro con líderes jóvenes que habían trabajado en instancias
                   gubernamentales responsables de políticas para la juventud. Por medio de un donativo, la
                   OBJ ofreció un programa de liderazgo dirigido a consejeros jóvenes electos por primera vez
                   provenientes de municipios de tamaño medio. El objetivo principal de la OBJ era educar a
                   los jóvenes legisladores sobres su potencial como actores sociales en el diseño de legislación
                   y programas municipales que promovieran el sano desarrollo de la juventud. El programa
                   ofrecía talleres residenciales de una semana en tres ciudades capitales, con un programa de
                   estudios enfocados en temas y políticas que afectaban a la juventud a nivel global, evaluación
                   de necesidades locales, poder y límites de los consejos municipales, el proceso legislativo
                   y la planeación, gestión y monitoreo de programas sociales. Después de los talleres, los 97
                   participantes crearon redes a través de la OBJ, la cual compartió su base de datos electrónica
                   de los programas y políticas juveniles municipales más innovadores que ya se implementaban
                   en el país. Entre 2003 y 2006, la WKKF brindó su apoyo a los jóvenes líderes políticos con la
                   creación de la Red de Consejeros Jóvenes del Noreste, cuyo objetivo era contribuir a la creación
                   de políticas compartiendo sus lecciones aprendidas. En las elecciones municipales de 2004, en
                   las que resultaron electos 2,020 nuevos miembros jóvenes a los consejos ciudadanos del noreste,
                   la red ya era muy activa bajo la dirección de representantes de los nueve estados de la región. La



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