Page 232 - Aprendizajes y Legados del Trabajo en el Campo
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formación en agronomía para difundir las técnicas de producción y procesamiento a otras
                       familias. Se crearon dos asociaciones de productores, mientras que el municipio proporcionó el
                       espacio para el manejo y envío de sus productos. Eran 62 los afiliados que llevaban sus productos
                       con regularidad al centro de envíos; estos recibían USD 8 adicionales a su ingreso mensual de USD
                       12, un complemento bienvenido en una región andina donde la mayoría de las familias indígenas
                       apenas lograban subsistir. El potencial de incrementar aún más el ingreso dependía de la creación
                       de relaciones más abiertas entre la asociación de productores y sus clientes potenciales, pero la
                       falta de estructura y pericia comercial aletargaron el progreso.
                                Las discusiones sobre el emprendimiento juvenil suelen transmitir una imagen de
                       jóvenes que se involucran en alguna actividad económica de producción de un bien o
                       servicio comercializable para generar un ingreso monetario. Los empresarios sociales suelen
                       quedar excluidos de estas conversaciones. Pero este no fue el caso del Instituto Academia de
                       Desenvolvimiento Social (IADS) en Recife, Brasil.
                                                      Entre 2002 y 2004, la WKKF otorgó tres donaciones al IADS por
                                             un total de USD 275,000 para promover el emprendimiento social
                                             juvenil con la creación de una incubadora para iniciativas sociales y
             El potencial de                 networking de jóvenes líderes comprometidos con el desarrollo social
             incrementar el ingreso          en el área metropolitana. El mismo IADS se estableció en 1999, formado
             dependía de que se              por dos jóvenes profesionistas comprometidos con el desarrollo social.
                                             Los dos conocían los retos que enfrentan los jóvenes al involucrarse en
             establecieran relaciones        iniciativas de desarrollo social y su meta era desarrollar habilidades
             más abiertas  entre             prácticas como empresarios sociales. En general no se cuenta con las
             asociaciones de                 herramientas, información y asistencia técnica necesarias, y el problema
                                             es más agudo en el noreste de Brasil. El IADS llevó la asistencia técnica
             productores y posibles          a los jóvenes líderes para iniciar una empresa social y protegió su
             clientes... pero la falta de    trabajo en una incubadora, tal vez la primera de su tipo. Seleccionó a
             una estructura comercial y      20 jóvenes empresarios sociales para desarrollar sus ideas; les ofreció
             de pericia obstaculizaron       un espacio, computadoras, acceso a internet y demás equipo y, lo más
                                             importante, capacitación en diseño e implementación de proyectos
             el progreso.                    sociales e incorporación de una organización del tercer sector. El IADS
                                             conectó a estos empresarios con las redes de desarrollo social y juvenil
                                             ya existentes. También patrocinaron visitas a campo para aumentar su
                                             formación en soluciones innovadoras para el desarrollo comunitario.
                           Se esperaba que las iniciativas sociales “recién nacidas” empezaran a buscar su propio
                       financiamiento y emprendieran su camino a la independencia al finalizar su primer año de
                       incubación, si bien este marco de tiempo era flexible por la naturaleza del trabajo.  Mientras
                       que el Programa de Incubadoras Sociales tenía la capacidad de prestar asistencia a 15 a 20
                       iniciativas juveniles al año, el IADS recibía más solicitudes de las que podía admitir. En 2004,
                       el IADS agregó un programa de desarrollo del liderazgo para grupos juveniles en las etapas
                       iniciales de organización que requerían fortalecer su liderazgo y cohesión interna. En 2004, la
                       WKKF hizo una donación adicional que permitió al IADS impulsar la autonomía de grupos
                       prometedores ofreciéndoles un financiamiento limitado para comprar equipo de computación,
                       pagar la conexión a internet, reacondicionar un espacio de oficina o reembolsar gastos pequeños
                       de trabajo comunitario. Varios de los grupos incubados en el IADS alcanzaron la sostenibilidad
                       pero mantuvieron el vínculo con la “nave nodriza” durante años. El Banco Interamericano de
                       Desarrollo en Brasil (IADB) al igual que el Servicio Brasileño de Apoyo a las Micro y Pequeñas
                       Empresas (SEBRAE) reconocieron el trabajo del IADS por su enfoque innovador.
                       Responsabilidad Social Comercial
                           La mayor parte del trabajo realizado después del año 2000 se enfocó en promover la
                       responsabilidad social y al desarrollo institucional de organizaciones del tercer sector, como se
                       discutió en el capítulo 5. En esta sección presentaremos brevemente algunos de los proyectos que




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