Page 234 - Aprendizajes y Legados del Trabajo en el Campo
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A lo largo de seis años, el proyecto “Empresarios por la Responsabilidad Social Empresarial”
ofreció capacitación básica de RSE a todos los estudiantes durante el segundo año de su
formación universitaria. La formación abarcaba desde el liderazgo en desarrollo social hasta el
diseño e implementación de proyectos comunitarios. De los estudiantes que participaron, 90
fueron seleccionados para ser capacitadores de un cuadro de más de 500 jóvenes líderes en 24
comunidades marginadas de todo el país, brindándoles instrucción y ayuda para desarrollar
planes de negocios para proyectos pequeños de generación de ingresos. A diferencia de otras
escuelas de negocios en las décadas de 1980 y 1990, donde se había incorporado la responsabilidad
social como campo de estudio, los estudiantes de la USMA realmente se involucraban en el trabajo
de campo con jóvenes de estratos socioeconómicos bajos, además de que se beneficiaban del
aprendizaje con las comunidades.
Desarrollo Institucional
Como lo describe el Capítulo 5, en las microrregiones cubiertas por CC, la Fundación apoyó
un gran número de proyectos y actividades para fortalecer a las organizaciones locales. En estas
zonas, el trabajo promovía el desarrollo institucional dentro del tercer sector, lo que aumentó la
capacidad de sus miembros de darle voz a las necesidades de la juventud y proponer cursos de
acción.
Ese proceso fue, en gran medida, eficaz para el universo de ONG y para algunas coaliciones.
En esta sección dirigiremos nuestra atención a los esfuerzos específicos para aumentar la
capacidad de las organizaciones orientadas a la juventud y dirigidas por jóvenes.
Para el año 2000, un número importante de organizaciones del tercer sector ya trabajaban
en temas de impacto para la juventud, aunque estaban dispersas y la estructura organizacional
de muchas era frágil. Mejorar su competencia general era una tarea enorme que ciertamente
trascendía la capacidad de cualquier fundación privada, en especial dentro de un periodo de
tiempo corto. El equipo de América Latina y el Caribe optó por enfocarse en tres aspectos de
este trabajo: desarrollar las redes y coaliciones existentes o potenciales de organizaciones para
la juventud, fortalecer la capacidad de organizaciones dirigidas por jóvenes e impulsar las
capacidades de organizaciones públicas o privadas para la juventud involucradas en desarrollo
de la juventud y alternativas para salir de la pobreza.
En 2001, poco después de que se lanzara el nuevo programa, la Fundación patrocinó
un taller de cinco días en Colombia para las 12 organizaciones que conformaban el capítulo
latinoamericano de la Red de la Fundación Internacional de Jóvenes (IYF). En el corazón de esta
asamblea estaban las oportunidades y estrategias para tomar una idea de eficacia comprobada a
cierta escala y expandir su alcance a un mayor número de jóvenes.
El caso más ilustrador de redes o coaliciones de organizaciones exitosas cuyo trabajo se
enfoca en la juventud era, ciertamente, el de la red de la Agencia de Noticias para los Derechos
de la Infancia (ANDI). La WKKF había otorgado varios donativos a la ANDI, ONG formada
en 1993 en Brasilia, incorporada por un grupo de periodistas de tendencias progresistas. Su
misión era educar a los periodistas sobre temas que afectan a jóvenes y adolescentes con tal de
promover una cobertura más precisa y prominente de dichos temas en la prensa. Los esfuerzos de
la ANDI generaron resultados sobresalientes en el año 2000; a medida que comenzaba el nuevo
programa de la WKKF, la ANDI ya era una organización influyente y un ejemplar del tercer
sector brasileño. En ese tiempo, la ANDI recibió financiamiento de la WKKF para extender su
alcance hacia los estados del noreste. La red creó seis nuevas sucursales de ubicación estratégica
y capacitó a un primer grupo de 15 periodistas jóvenes en los aspectos básicos de los derechos
de niños y adolescentes. En 2003 y otra vez con el apoyo de la Fundación, la ANDI estableció
una Red Latinoamericana. En 2006, la Fundación Yupana también recibió apoyo de la WKKF
para establecer la red ecuatoriana de la ANDI: la Agencia de Comunicación para Niñas, Niños y
Adolescentes (ACNNA). En 2009, la red contaba con afiliados en 12 países de América Latina y el
Caribe y, al igual que la misma ANDI en Brasil, se convirtió en un grupo respectado por la prensa
de la región.
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