Page 273 - Aprendizajes y Legados del Trabajo en el Campo
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Diagrama 2: Plataforma “Niñez Integral” de la Fundación Kellogg 294
Participación cívica
Seguridad
Educación y
aprendizaje económica
familiar
Alimento, salud
y bienestar
Equidad racial y cultural
La última faceta se refiere a la función y el estilo que la Fundación adoptaría para
implementar su estrategia: como un “inversionista comprometido " en lugar de como un
“donante observador”. En la práctica, esto significaba ser un socio activo en el desarrollo
de las microrregiones; participar como uno más de una amplia base de socios y aliados,
incluyendo a las empresas y al gobierno; y combinar las muchas herramientas disponibles
para la Fundación, incluyendo la concesión de donaciones, inversiones enfocadas en la
misión, inversiones relacionadas con los programas y estrategias y actividades de apoyo. Esto
también implicaba un compromiso a largo plazo para alimentar los procesos en lugar de los
proyectos, en combinación con una fuerte estrategia que se diseñó al principio para prevenir
la dependencia. El enfoque representó una evolución de los planteamientos proactivos de la
Fundación en la región. El programa se originó a partir de las iniciativas de programación
de la década de 1990, como la UNI y la UNIR, que se habían desarrollado aún más en los
enfoques basados en un lugar de los Clústeres Integrales.
Las microrregiones fueron seleccionadas con base en sus necesidades y oportunidades.
El criterio de selección incluía niveles de pobreza mayores a la media nacional y una amplia
presencia de pueblos indígenas. El potencial de mejora también era un criterio, medido por
características tales como un tejido social fuerte y un liderazgo local fuerte, el compromiso de
colaboración de los gobiernos locales, la disponibilidad de recursos naturales y/o culturales
y la posibilidad de conectarse con economías más dinámicas. Otro requisito previo era un
grado razonable de estabilidad política y seguridad personal, cuya ausencia obstaculizaría
la labor de desarrollo sostenible. Por lo tanto, se excluyeron los estados con elecciones a
la gubernatura en 2010 o 2011, ya que las elecciones en México suelen ir acompañadas
de disturbios sociales. Las regiones con una fuerte presencia de carteles de la droga, la
delincuencia organizada y los conflictos armados también fueron excluidas por razones
similares. Después de frecuentes visitas de campo, análisis de indicadores demográficos y
de desarrollo, reuniones con expertos nacionales e internacionales, líderes comunitarios y
funcionarios gubernamentales, a principios de 2010 se seleccionaron dos microrregiones en
el sur de México: los Altos de Chiapas y las tierras del interior de la Península de Campeche-
Yucatán. En septiembre de 2010, el Consejo aprobó una asignación global de USD 9 millones
para cada una de las dos microrregiones, y una asignación adicional de USD 9 millones
para financiar herramientas de apoyo a los programas de desarrollo basados en un lugar en
México y Haití.
294 La Fundación W.K. Kellogg en América Latina y el Caribe. Abriendo Ventanas de Oportunidad para Niños
Vulnerables. Plan de implementación: 2010-2020.
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