Page 36 - Aprendizajes y Legados del Trabajo en el Campo
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la participación de diferentes actores clave. Por lo tanto, tendría que definirse una delimitación
geográfica para las interacciones y convivencia del sistema. En 1989, un estudio de la OPS
sobre tres de los proyectos auspiciados por la WKKF entre 1976 y 1984 (uno en Niterio, Brasil,
otro en Cali, Colombia y uno más en Monterrey, México) ofreció resultados que enriquecerían
la discusión sobre el concepto de Sistemas Locales de Salud (SILOS) desarrollado por la
Organización Panamericana de la Salud. Posteriormente, la OPS promovió el nuevo concepto,
el cual fue adoptado en gran medida por los académicos y los administradores de sistemas de
salud en la mayoría de los países de América Latina y el Caribe. Entre la década de 1980 y la de
1990, los sistemas de salud fueron ampliamente descentralizados. Esto dio como resultado que
los municipios tomaran una mayor responsabilidad para financiar e implementar SILOS en la
región, especialmente en países cuyos sistemas de salud habrían sufrido reformas significativas.
Brasil, Colombia y Chile son los ejemplos más representativos de estas reformas, cada uno con su
propia idiosincrasia. Otros países como México, Perú, Argentina y República Dominicana también
sufrieron cambios, aunque en menor grado.
En la década de 1970, la mayoría de los proyectos apoyados por la WKKF surgían en los
departamentos de Medicina Preventiva (posteriormente en escuelas de Enfermería u Odontología)
y/o Pediatría. Los estudiantes podían practicar en la comunidad únicamente si se inscribían
a estos cursos. Los proyectos comunitarios para la salud no necesariamente representaban las
ideas de toda la facultad, y muchas veces los profesores más tradicionales los consideraban
poco confiables u hostiles. Los centros de salud sede de dichos proyectos formaban parte de
las instalaciones universitarias o eran unidades del sistema local de salud, con un programa de
salud asignado a una facultad de Medicina por medio de convenios. Se les conocía como "centros
escolares de salud" (centros de saúde escola en portugués). El personal del sistema de salud brindaba
la atención en colaboración con los profesores; y en ocasiones se trataba de una labor exclusiva del
profesorado.
En caso de haberlos, los sistemas de canalización entre los centros escolares de salud
y las unidades de atención de segundo nivel eran poco eficientes. Por lo general, los casos
más complejos recibían un "pase directo" a las unidades de atención terciaria en el campus
universitario. El personal de tiempo completo en los centros de salud consideró una ventaja
la interacción con profesores y estudiantes, mas no lograron acceder a mejores oportunidades
laborales en el área. Los centros escolares de salud fungían en buena medida como prácticas de
campo para la formación en atención médica primaria. No obstante, constantemente recibían
críticas debido a que no mostraban la dura realidad que sufrían las unidades de salud dirigidas
por el gobierno, las cuales no contaban con personal, equipo, materiales o sistemas de canalización
suficientes. Además, los centros escolares de salud representaban altos costos para la institución
educativa a la que pertenecían.
Paulatinamente, hacia finales de la década de 1980, las facultades de Medicina se fueron
alejando de la idea de contar con centros de salud independientes. Las alianzas con los sistemas
locales de salud eran cada vez más frecuentes (con características de "prototipos", más que
de "sistemas", dada su poca unificación). Se firmaron convenios con varias universidades
(nuevamente, representadas por los departamentos de Medicina Social/Preventiva o Pediatría) y
los departamentos de salud estatales o municipales. Existen muchos ejemplos de estas alianzas en
toda la región.
El componente académico de estos proyectos se basaba en un enfoque articulado entre
enseñanza y servicios (TSA). El enfoque TSA inició como un proyecto de prueba en ciertas
facultades de Medicina auspiciadas por la Fundación en Chile en la década de 1970. Más tarde,
este enfoque se convirtió en el sello distintivo de los proyectos y en una de las estrategias
pedagógicas en universidades con programas de ciencias agrícolas y de la salud.
El enfoque TSA promueve la participación temprana de estudiantes en las prácticas de
campo como parte de equipos multidisciplinarios. El objetivo era que, bajo la supervisión de
profesores y profesionales en el área, la brecha entre lo aprendido en los libros y la práctica se
redujera considerablemente. Algunas de las actividades más comunes del enfoque TSA incluían la
promoción de la salud y el trabajo en equipo, con una orientación hacia lo preventivo, comunitario
y social. Los estudiantes de Medicina también realizaban dos o tres meses de prácticas clínicas
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