Page 45 - Aprendizajes y Legados del Trabajo en el Campo
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a líderes de toda la región para dar visibilidad a la participación de la enfermería en la atención
médica primaria. A esas reuniones le siguió inmediatamente una serie de seminarios itinerantes
destinados a sensibilizar a los líderes de la profesión sobre el papel vital de las enfermeras en la
atención primaria. Por ejemplo, en octubre de 1985, un pequeño grupo de enfermeras de América
Latina y el Caribe se unió a tres enfermeras estadounidenses para visitar proyectos en Chile,
Colombia, México, Carolina del Norte e Illinois. Posteriormente, se propusieron acciones para
aumentar la participación de las enfermeras en los programas de atención médica primaria. Los
seminarios itinerantes y las conferencias internacionales dieron a las enfermeras latinoamericanas
la oportunidad de conocerse, discutir problemas y preocupaciones comunes y desarrollar ideas
para enfrentar los principales problemas regionales relacionados con la enfermería.
A partir de 1985, nuevas ideas y preocupaciones comenzaron a incidir en el pensamiento
del personal de la Fundación. Para entonces, ya se tenía una idea más clara de la insuficiente
participación general de las enfermeras en la atención médica primaria, situación que requería
especial atención. Al mismo tiempo, se nombró a un nuevo director para su programa en
América Latina y el Caribe y a una enfermera como directora de sus programas de salud con
sede en los Estados Unidos. El producto de este nuevo pensamiento y liderazgo fue una fructífera
colaboración e intercambio de experiencias entre las dos regiones, que duró más de 10 años y que
derivó en un crecimiento constante para el programa de desarrollo de enfermería de América
Latina y el Caribe.
Por ejemplo, a finales de 1985, un pequeño grupo de líderes de exitosos proyectos de
enfermería financiados por fundaciones en Brasil, Chile, Colombia y México recibió una
invitación para formar un grupo ad-hoc para recomendar nuevas estrategias para el desarrollo
de la enfermería. Después de varias reuniones y visitas de campo, el grupo acordó tres objetivos
principales que guiarían el nuevo programa:
• Desarrollo del liderazgo individual e institucional. Las enfermeras necesitaban aumentar
sus calificaciones académicas y desarrollar habilidades de liderazgo para mejorar su
participación y dirección en los programas de atención médica primaria. Las escuelas de
enfermería necesitaban elevar el nivel académico de su profesorado para tener una mayor
presencia dentro de la universidad.
• Definir mejor el papel de las enfermeras y la relación de la profesión con otras
profesiones de atención médica primaria. El trabajo de las enfermeras debe redefinirse y
su participación en equipos multidisciplinarios y en la gestión de los centros de atención
médica primaria debe mejorarse.
• Intensificar la adaptación de los planes de estudios de enfermería por parte de las
instituciones para alcanzar los objetivos mencionados, incluyendo el crecimiento de los
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programas de postgrado.
A pesar de reconocer la importancia de la plena participación de las enfermeras en la
prestación de servicios de atención médica primaria, los desafíos que plantea la incorporación de
la educación y los servicios en este campo de la práctica eran complejos. Se necesitaban enfoques
especializados para preparar a las enfermeras para la prestación de atención médica primaria.
Esos enfoques debían reflejar la perspectiva de que el papel de la enfermería a nivel internacional
estaba estrechamente vinculado a las funciones culturales de la mujer, y que las oportunidades
eran limitadas para las mujeres que buscaban educación y experiencia fuera de sus comunidades.
Al desarrollar el papel de la enfermería, resultaba importante crear redes internacionales que
enriquecieran la experiencia y reforzaran la participación de las enfermeras como miembros
integrales del equipo de prestación de servicios de atención médica primaria. Se debía hacer
énfasis en el desarrollo del liderazgo autóctono para dirigir los cambios, tanto en la educación
como en la práctica. 37
En diciembre de 1986, la Fundación realizó una donación de USD 600,000 (seguida de
otros USD 712,000 en 1988) para apoyar el desarrollo del liderazgo en enfermería para la atención
36 El mismo
37 Fundación W.K. Kellogg– Documento interno: En diciembre se presentó al Consejo de Fideicomisarios una
recomendación general sobre la consignación de créditos. 1986.
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