Page 79 - Aprendizajes y Legados del Trabajo en el Campo

Con apoyo de la Fundación mediante varias donaciones, el CIAT puso a prueba y perfeccionó el
enfoque en varios países y luego invirtió fuertemente en su sistematización y difusión. Para el año 2000,
había facilitado la creación de 250 CIAL en ocho países de América Latina, capacitado a más de 300
profesionales del sector agrícola para apoyar a los CIAL, e involucrado a más de 40 instituciones públicas
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y privadas, en su mayoría universidades y organismos públicos, en apoyo de los grupos locales de CIAL.
Desde entonces, la metodología se ha extendido a varios países africanos y asiáticos.
Las donaciones adicionales ayudaron al CIAT a ampliar la aplicación de su práctica participativa
más allá de la tecnología agrícola. Una de las aplicaciones ayudó a mejorar la calidad de los programas
de educación superior para jóvenes en comunidades rurales colombianas al introducir un enfoque
de investigación participativa en el programa gubernamental de Centros Regionales de Educación
Superior (CERES). El programa implementó más instrucción práctica que los programas de educación
convencionales, y simultáneamente ayudó a los jóvenes rurales a establecer empresas rurales y a
desarrollar habilidades empresariales y de liderazgo. A partir del año 2000, el CIAT desempeñó un
papel fundamental en los programas de la Fundación al introducir el enfoque CIAL en los Centros de
Demostración de Agro-Tecnología (CAIS) y mediante un enfoque para movilizar a las comunidades e
instituciones locales para formar alianzas estratégicas como parte de los programas de la Fundación que
están basados en un lugar.
Gracias a los esfuerzos del CIAT por sistematizar y difundir el enfoque del CIAL, éste ha sido
ampliamente implementado y adaptado. Es utilizado por las instituciones del CGIAR para desarrollar
nuevas variedades de plantas en los programas de Selección Participativa de Variedades, particularmente
con mujeres agricultoras. Los Servicios Católicos de Socorro capacitan ahora a las organizaciones de
agricultores y a los líderes en un conjunto de habilidades básicas derivadas de este enfoque, mientras que
la Fundación Gates las utiliza para otorgar donaciones y varias ONG de América Latina y el Caribe las
utilizan para promover la adaptación al cambio climático. 69
Según un miembro del personal del CIAT, el apoyo financiero e intelectual de la Fundación
fue fundamental para convencer al CIAT de que podía producir una ciencia más eficaz mediante la
participación de los productores y la integración de las perspectivas de las ciencias sociales. Sus métodos
participativos de generación y difusión de conocimientos fueron muy innovadores en su momento.
Desafortunadamente, cuando el CIAT enfrentó una crisis de financiamiento relacionada con la recesión
en el 2008, la organización se vio obligada a reducir su compromiso de involucrarse con las comunidades.
Sin embargo, el método CIAL perdura en las numerosas manifestaciones descritas anteriormente.

Fortalecimiento de los Programas de Licenciatura en las Facultades de Agricultura
A mediados de la década de 1980 se prestó mayor atención a la mejora de la calidad
de los programas de licenciatura en las principales facultades de agricultura de la región.
Tradicionalmente, estas universidades ofrecían una educación principalmente teórica, un enfoque
de enseñanza muy apropiado para trabajar con agricultores de gran escala. Con las subvenciones
de la WKKF, comenzaron a modificar la formación, los planes de estudio y la práctica de los
docentes mediante la incorporación de un modelo de “articulación de los servicios de enseñanza”
(TSA por sus siglas en inglés). El enfoque TSA es más pertinente y responde mejor a las
necesidades educativas y de desarrollo de las comunidades, en particular de las poblaciones de
bajos recursos. (Véase el Capítulo 2 para ejemplos de cómo las universidades de América Latina y
el Caribe utilizaron la filosofía TSA para desarrollar programas comunitarios para la educación de
las profesiones de la salud). En este caso, el enfoque TSA alentó a las universidades a desarrollar
servicios de difusión y proyectos de desarrollo rural en las comunidades rurales vecinas que
pudieran proporcionar experiencia práctica a los estudiantes. Esta interacción permitió que
los estudiantes estuvieran más atentos a las necesidades de las comunidades rurales y de los
pequeños agricultores, al mismo tiempo que promovían el desarrollo comunitario.

68 P80514 CIAT IFR, 3 de mayo de 2000.
69 Entrevista con Jaqueline Ashby.

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