Page 87 - Aprendizajes y Legados del Trabajo en el Campo

compromiso institucional. Y en Piauí, las políticas internas de la universidad socavaron los
esfuerzos. El objetivo de la Fundación de catalizar el cambio institucional y curricular en toda la
universidad era ambicioso. Las dificultades que enfrentaron estas universidades sirvieron para
resaltar los logros monumentales de aquellas universidades que sí lograron adoptar y poner en
marcha un cambio institucional significativo.
Tres de los 12 proyectos evaluados en 1989 eran dirigidos por ONG. Esto permitió hacer una
comparación del éxito relativo de los proyectos dirigidos por ONG versus aquellos dirigidos por
universidades. El informe halló que las universidades eran buenas para conceptualizar y articular
problemas y estrategias relacionadas, mientras que las ONG eran menos capaces de articular la
teoría y justificación que soportaban sus acciones. Sin embargo, las ONG eran más efectivas en
llevar los planes a la acción y desarrollar relaciones de colaboración cercanas con las comunidades
para desarrollar soluciones innovadoras a los problemas locales. En general, las ONG tuvieron
más éxito en alcanzar sus objetivos establecidos.
El informe de 1989 sobre los primeros proyectos de DRI concluyó que el desarrollo rural
integrado podría tener una promoción más efectiva a través de asociaciones multiinstitucionales
que hicieran uso de las fortalezas comparativas de distintas organizaciones. Las universidades
deberían involucrarse por los motivos estratégicos descritos con anterioridad pero, de manera
ideal, deberían trabajar con organizaciones comunitarias de base popular y ONG intermediarias
para aportar el conocimiento técnico requerido para trabajar estrechamente con las comunidades
rurales. Un proyecto inicial de DRI, dirigido por Plan Sierra en la República Dominicana,
ejemplificó este enfoque multiinstitucional. Plan Sierra es un consejo privado independiente
establecido y aún respaldado por el Ministerio de Agricultura, la Universidad Católica Madre
y Maestra de Santiago y el Instituto Superior de Agricultura. Establecido en 1979, el consejo ha
trabajado continuamente en dos frentes relacionados: la gestión de recursos naturales y la mejora
de la calidad de vida de los habitantes rurales de la región (ver el recuadro 3).

Recuadro 3: Plan Sierra
Desde sus inicios, Plan Sierra ha sido reconocido como uno de los proyectos destacados de DRI a
nivel mundial, y la pericia de su personal en administración sostenible de la tierra y bosques, así como en
desarrollo social, son muy populares. Plan Sierra comenzó con los programas para promover la silvicultura
social, conservación de suelos y producción agrícola sostenible y diversificada en respuesta a los años de
deforestación y degradación de la tierra ocurridos en la Sierra, la cordillera cercana a Santiago en la zona
norte-centro de la República Dominicana. Estos programas eran de importancia nacional, ya que la Sierra
es el área principal de captación de agua dulce del país y el desgaste de los bosques y tierras de cultivo
había aumentado la frecuencia y gravedad de las sequías y reducido la producción alimentaria. Plan Sierra
también ha trabajado para mejorar la calidad de vida de los 120,000 habitantes rurales de la Sierra a través
de programas para la mejora de la salud, educación y organización comunitaria.
La Fundación otorgó tres donaciones entre 1981 y 1990. La primera otorgó el financiamiento para
establecer un servicio rural de entrega de servicios de salud con 10 clínicas en algunas de las zonas más
aisladas de la Sierra, junto con capacitación para parteras y trabajadores comunitarios de la salud, así como
comités de salud comunitaria establecidos para supervisar las clínicas. Los fondos de la segunda donación
se utilizaron para mejorar la producción alimentaria, los ingresos de los agricultores y la alimentación
de los hogares, promoviendo la agricultura orgánica, los sistemas comunitarios de aguas y un modelo de
producción en laderas a lo largo de los contornos de las colinas para reducir la erosión del suelo. La tercera
se enfocó en la educación formal e informal. La esfera formal incluyó apoyo para la formación de maestros
y la creación de asociaciones de padres y maestros. En la esfera informal se incluyó la capacitación en
métodos agrícolas y administración de negocios, en particular para jóvenes y mujeres, educación de la salud
con énfasis en la nutrición, salubridad y manejo del agua, y formación en liderazgo para las asociaciones
de productores y comités comunitarios de salud.

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