Page 91 - Aprendizajes y Legados del Trabajo en el Campo
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habilidades para diseñar y administrar sus propios proyectos y para negociar exitosamente con las
autoridades locales, nacionales e incluso con donantes internacionales. El proyecto fue organizado
por el Banco Mundial como ejemplo sobresaliente de una alianza estratégica para reducir la
pobreza rural.
La Universidad Nacional de Costa Rica en Heredia tuvo éxito en unir a las comunidades y las
autoridades municipales en la planeación para el desarrollo local y ayudó al gobierno nacional a
preparar un plan de desarrollo para la región. La universidad también forjó lazos entre la entidad
del gobierno para la lucha contra la pobreza y las comunidades rurales en las que trabajaba.
Hacia el final del proyecto, la agencia había alterado radicalmente sus estrategias para incorporar
enfoques de desarrollo rural ya demostrados por el proyecto UNIR. Este fue uno de los primeros
ejemplos de cambios al sistema resultantes de la programación de la WKKF en la región.
No obstante, al final de la iniciativa, el personal de la Fundación concluyó que falló en su
labor de superar la resistencia a su ambiciosa meta de institucionalizar nuevos métodos de
enseñanza para las disciplinas académicas relevantes al desarrollo rural. Además, el grado de
práctica interdisciplinaria y el número de estudiantes y profesorado de diversas disciplinas
participantes en la extensión comunitaria se mantuvieron muy por debajo de los niveles deseados.
Se observó una serie de obstáculos para alcanzar estos objetivos. Muchos proyectos universitarios
no obtuvieron el compromiso de los niveles más altos, es decir, de los presidentes y rectores
de las universidades. En otros, la rotación frecuente de personal a nivel directivo fue un factor
perturbador. Para muchas universidades de América Latina y el Caribe que luchaban por
sobrevivir a las constantes crisis económicas y ajustes estructurales, el cambio no era prioritario, y
no contaban con los recursos necesarios para respaldar dicho cambio. Las universidades ubicadas
en países más vulnerables, o en núcleos de pobreza en países más ricos, vieron que sus esfuerzos
por fortalecer la colaboración entre comunidades y agentes eran en gran medida ineficaces ante el
nivel de pobreza de las comunidades e incluso de las instancias públicas mismas. La inestabilidad
política y económica de ciertas áreas, como Haití, intensificó estas dificultades.
El personal de la Fundación reconoció que, si bien no se habían alcanzado las metas y
objetivos ambiciosos de la iniciativa, UNIR había tenido éxito en ciertas áreas. Demostró que
era posible lograr un cambio institucional importante en las universidades. Reveló, además,
que las universidades podían actuar como catalizadores importantes para la colaboración y el
cambio en sus áreas, dadas las condiciones adecuadas: compromiso de alto nivel, continuidad
en la administración de la universidad, recursos suficientes para iniciar proyectos a niveles
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