Page 94 - Aprendizajes y Legados del Trabajo en el Campo
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a los maestros a hacer lo mismo en las escuelas de gobierno. Las evaluaciones mensuales de la
nutrición de niños en estas comunidades indicaron el éxito del programa en la reducción de la
desnutrición severa y moderada en niños menores de cinco años. Una subvención hecha a INCAP
permitió al personal crear un programa piloto de formación de maestros y desarrollar materiales
educativos para cinco países centroamericanos que habían incorporado la educación nutricional
en los programas de estudios de las escuelas primarias suscritas en la Iniciativa de Escuelas
Saludables de la OPS. Enseñar sobre nutrición en las escuelas tiene la doble función de educar a
una nueva generación y asegurar la transmisión del conocimiento y de prácticas nuevas que los
niños pueden compartir con sus familias.
El microfinanciamiento no fue parte de la estrategia inicial de la INH. Este se agregó en
1998 al hacerse evidente que una de las barreras principales ante la adopción de tecnologías
adecuadas por parte de los pequeños agricultores era la falta de capital para invertir en equipo
e insumos. Para el año 2001, el 60% de los proyectos de la INH habían implementado algún tipo
de fondo gestionado por la comunidad. En estos se ofrecían préstamos pequeños de 100 a 200
dólares en promedio con tasas de interés bajas del 0 al 5% mensual y periodos de pago flexibles.
Los préstamos eran gestionados por comités comunitarios en base rotativa, donde la presión de
pares y la confianza sustituían el uso de capital físico como garantía. Junto con los préstamos se
solía ofrecer una formación en administración de empresas y financiera y en mercadotecnia. Una
encuesta con muestreo de 31 proyectos halló que la tasa de pago estaba por arriba del 95% y que la
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tasa de incumplimiento era menor al 2%.
La Asociación de Productores Rurales RioSul del sur de Brasil implementó uno de los
esquemas de microfinanciamiento más exitosos: la Cooperativa de Crédito Cresol. Antes de
cumplir un año, la cooperativa contaba con 265 miembros organizados en 38 fondos comunitarios.
La fuerza de la cooperativa provenía en parte de su capacidad de hacer uso de una metodología
ya probada por el sistema regional de Cresol Itaperuçu, el cual requiere que todos los miembros
asistan a juntas mensuales y hagan un depósito al mes, sin importar cuán pequeño. La
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Cooperativa Cresol ha seguido creciendo, ya es autosuficiente económicamente y ofrece una gama
completa de servicios financieros a sus miembros, incluyendo cuentas de ahorro, préstamos y
seguros (ver http://www.cresolcentral.com.br/).
Los beneficios de los programas de microcréditos excedieron por mucho la inversión en
tecnologías a pequeña escala. En muchos casos, los préstamos permitieron que los productores
rurales fueran más allá de la producción de subsistencia y lograran excedentes para comercializar,
agregar valor a sus productos y establecer pequeños negocios como tiendas comunitarias,
panaderías y manufactura de juguetes o telas. Estos generaron ganancias, diversificaron las
fuentes de ingreso, dispersaron el riesgo y ayudaron a los hogares a satisfacer sus necesidades
de la vida diaria. La habilidad de producir alimentos nutritivos para el consumo en casa,
impulsar los ingresos del hogar e incrementar el poder adquisitivo fueron piezas importantes del
rompecabezas de cómo aumentar la seguridad alimentaria de las familias. Este fondo comunitario
también presentó a muchos miembros con su primera oportunidad de acumular ahorros, lo que
a su vez incrementó el capital disponible para préstamos. En ocasiones, las pequeñas empresas
establecidas con préstamos generaron empleos locales y dieron vida nueva a las economías
locales por medio del flujo adicional de efectivo, bienes y servicios. Con frecuencia los préstamos
permitieron a mujeres y jóvenes, quienes comúnmente son excluidos de los empleos formales,
establecer una actividad productiva y una fuente regular de ingreso.
Todos los proyectos buscaron establecer o fortalecer a las organizaciones comunitarias.
Algunos trabajaron con cooperativas o asociaciones de productores para aumentar su poder
de negociación, asegurar mejores precios y eliminar a los intermediarios de la cadena de
77 Diaz-Cisneros, H., 2004. Los Fondos Revolventes en la Iniciativa de Nutrición Humana de la Fundación Kellogg.
78 Sanches, Adoniram, 2002. Construyendo Nuevos Caminos. Sistematización de la Experiencia de Nutrición
Humana y Microfinanciamiento Rural de los Agricultores y Agricultores Familiares del Valle del Ribeira, Estado de
Paraná, Brasil.
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